27/1/10

EN UN BAR CELESTIAL ESCUCHE A "LOS CARIVASO"

.





Encontrarse con Alfredo Admiraal en una feria cualquiera, de cualquier ciudad del país, no tendría que ser una sorpresa. Primero porque Alfredo es artesano, segundo porque es un alma inquieta que pareciera no poder anclar durante mucho tiempo en un destino fijo. En mi caso, me cruce con "Carivaso" Admiraal en la feria artesanal de la Plaza Sarmiento de San Martín de los Andes, parapetado detrás de un puesto de pulseras y collares. El puesto es una excusa, ya que en realidad su "hacer" pasa por la música, podríamos decir que es un artesano de sonidos, acompañado por sus secuaces en la ejecución de instrumentos varios, algunos nacidos en las manos de algún lutier feriante.

Comentario: Después de charlar con varios residentes de las ciudades que recorrí en esta oportunidad por la Patagonia me quedó una frase rebotando entre tanta montaña, un eco lejano que me decía "la clave esta en vivir sin trabajar". Ya no recuerdo quien me la dijo, ¿habrá sido el viento? No es gratuito que se considere a El Bolsón como capital nacional del hipismo en Argentina y no se puede desconocer que su influencia se irradia fuertemente en toda la esta zona.
.
Volvemos. El grupo de Alfredo se conoce como "Los Carivaso", voz cordobesa que significa "cara de vaso", y tocan con una base de guitarra, acordeón y percusión, no hay cables, ni amplificación. Es una rueda de amigos haciendo música para los curiosos de la feria. Venden sus discos, copiados en PC, sin lista de temas ni ficha técnica. Todas estas aclaraciones vienen a cuenta de la sorpresa que uno se lleva al escuchar un disco completo: las canciones son muy buenas. Algunos de sus clásicos son "Norteamericano", "Cumbia del Patacón", "Güai Con Las Papeleras de Uruguay", "Carlos Méndez" y "Ciudad Gótica" entre otros, además de covers de "El pescador" (cumbia de José Barros), "Nunca" (Karamelo Santo), "Hay que matar a Hadad" (Las plantas de Shiva) y "Me cago en el amor" (Tonino Carotone).
Ya llevan grabados cuatro discos, el último se llama "Ni miedo ni patrón". El estilo recuerda a la música del continente, es el ritmo de los cholos, los cabecitas, es la "cumbia unplagged" como alguien definió por allí, con mucho sentido del humor. ¿Influencias? Manu Chao, los ritmos folklóricos de Latinoamérica, algo de reggae y un toque de picardía popular en las letras amenizada con una politización explícita.
.
Discografía:
• Desparramando cultura
• Caravaseando
• Sin soda
• Ni miedo ni patrón
.

Por si consiguieron el disco, pero no tienen la data, les dejo la información disponible de "Ni miedo ni patrón":
.
Ficha técnica:
Grabado en estudio “El Sol”, sucursal Ciudad Gótica, entre Abril y Junio de 2008.
Técnico y mezcla: Ilcocomielero + colaboración de Berni.
Todos los temas compuestos por El Gringo, algunos nuevillos junto a Coco, El Funcionario junto a Piluso Mendoza.
Derechos reservados, cualquier coincidencia con la realidad no se persiga.
Contacto por mail aquí.

Los músicos:
Gringo (Alfredo Admiraal): voz / tambor /acordeón / artefactos.
Ilcocomielero (Mauricio Frontera): guitarras, voces, bajo, artefactos.
Oh Guru!: quenacho en casi blus.
Neco: percu en algunos y matófono.
Hernán Chazarreta: guitarra en Marcela y La Camisa Colorá.
Martín Bustingorri: hit hat / bombo / algunas percu.
Tula: oración y muyos.
Marquitos A.: flauta en Fiesta y Tula.

Los Temas:
1 – Ciudad Gótica
2 – Sacálos
3 – Fiesta Pa’l Santo
4 – Bar Celestial + Minitema Vampiro
5 – Blus de la Resistencia (Que no es Blus)
6 – El Funcionario (Cumbia Burocrática)
7 – Rumba Of The Patitos
8 – La Camisa Colorá (Cumbia Roja)
9 – Moro Mon
10 – Marcela
11 – Adelante Vampiro
12 – Fuentealba
13 – Desaforada Hamburguesa
14 – Decimocuarte Tula (Cumbia Etílica)

Les dejó en este link la posibilidad de descargar uno de los temas de su último disco, que además trae como extra ¡un remix! Se trata de "La camisa colorá (cumbia roja)".
.


Esta obra se distribuye bajo Licencia Creative Commons (Atribución No Comercial).
.
Esta es la letra:

Con su camisa colorá
Mírenlo como va
Con su camisa colorá
Pal frente va

Capaz que le moleste al norte

Capaz que le moleste
Capaz que le moleste al norte
Capaz que le moleste

Lucha por la dignidad
Por los derechos humanos
La independencia y la unión
De los latinoamericanos

Capaz que le moleste al norte
Capaz que le moleste
Capaz que le moleste al norte
Capaz que le moleste

Capaz que le moleste al norte
Quien te dice que no les duela más
Que la mismísima peste
La semilla de Guevara
La semilla del Che Guevara
Si no mírenmelo a Evo
Jefe indio cocalero
Les duele más que el mismísimo Fidel

Capaz que le moleste al norte
Capaz que le moleste
Capaz que le moleste al norte
Capaz que le moleste

Capaz que le moleste al norte
Con su camisa colorá Mirenlo como vá Con su camisa colorá

¿Podrían tocar con amplificación y captar mayor audiencia? Sin dudas. ¿Podrían poner mayor empeño en la presentación de los CD que venden? Totalmente. ¿Un mejor sonido en la grabación en estudio (el actual remite a la estética de Las Manos de Filippi? Se podría lograr... Pero como dicen en una canción de "Caravaseando": si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos.
.

24/1/10

EL FALSO DEBATE SOBRE LA OBJETIVIDAD

. Durante mucho tiempo los periódicos funcionaron como herramientas en la lucha política que distintos agrupaciones políticas-ideológicas llevaban adelante (liberales, socialistas, anarquistas, y siguen las firmas) .
La burguesía, por ejemplo, se enfrentaba a las clases dominantes con la intención de hacerse dueña del control del aparato del estado, es decir del poder institucional, ya que el poder económico lo fue consolidando, lento pero seguro, a través de los siglos XXVII y XXVIII.
Hacia principios del siglo XX, cuando la burguesía en el poder ya no necesitaba una prensa propagandística, se consolida una matriz mediática de neto corte comercial.
La aparición de la prensa de masas y la publicidad transforman a la actividad periodística en un sector de la economia pujante e innovador.
En EEUU y en Europa los denomindos "barones de la prensa", los multimillonarios dueños de los medios, siempre estuvieron preocupados por remarcar su "independencia" de los poderes de turno. En ese contexto historico confluyeron varias teorías, deudoras del positivismo y el empirismo lógico, para transformar el concepto de "objetividad" como sinónimo de "verdad".
La intención era apropiarse del estatus que las ciencias duras tenían a partir del método científico: observar, verificar, medir y reproducir.
El negocio era captar lectores fieles para anunciantes ávidos de contactos masivos, pero el discurso con el cual los mass media construyeron su identidad como empresas nos va a hablar de "voceros de la verdad", "fiscales de la Republica", del "cuarto poder", etc.
Es así como que los editores de los periódicos se reservan un espacio dentro de la publicación, donde pondrán negro sobre blanco sus opiniones.
La idea de separar la editorial del resto del corpus del diario se basa en diferenciar claramente la noticia de la opinión, ya que la mentada objetividad informativa nace de la figura de la noticia como un "espejo plano de la realidad".
El modelo de doble página editorial, donde se observa la editorial propiamente dicha, las cartas de lectores y las columnas de opinión, lo podemos encontrar en la mayoría de los periódicos de la actualidad.
Fuera del espacio de la editorial el periodista pierde la posibilidad de trabajar a partir de su subjetividad ya que tiene que respetar una serie de instrucciones o atenerse a un Manual de Estilo que lo despersonaliza.
De esta manera se transforma en un simple engranaje de una gran maquinaria, la empresa periodística, dentro de un gran sistema, el capitalismo, donde la noticia adquiere el carácter de mercancía, que como todas las mercancías industriales, se caracterizan por la producción en serie, la homogeneidad y la previsibilidad respecto a sus características.
El editor ejecutivo del
New York Times, Abraham M. Rosenthal, recomendaba a los periodistas de su diario que "el deber de todo reportero y editor es luchar para conseguir tanta objetividad como sea humanamente posible". La definición de "objetividad" es: distancia, exclusión de puntos de vista personales e inclusión de todos los puntos de vista.
Diversos códigos de ética periodística de todo el mundo rescatan el deber que tiene el periodista de informar a partir de la objetividad, en el de la ONU se la noticia objetiva como "información exacta, conforme a los hechos, comprobada en todos los hechos esenciales y sin deformación deliberada". Sin embargo en 1996, la
Sociedad de Periodistas Profesionales de Estados Unidos suprimió la palabra "objetividad" de su código de ética. El fundamento era que los periodistas son seres humanos, que se preocupan por su trabajo y tienen su propia opinión. Decir que son del todo objetivos es como decir que carecen de valores.
Partiendo de la base que es imposible anular la subjetividad del que informa, sin mencionar los intereses políticos y económicos a los que como empresa comercial cada medio responde, y siguiendo las premisas de A. M. Rosenthal, este sería el momento de presentarles el punto de vista opuesto a la "objetividad".
Vamos a detenernos un poco en la definición del termino "manipulación", ya que considero que este es el opuesto a analizar y no el de "subjetividad", como sería de suponer.
El
Diccionario Enciclopédico Larousse define manipulación como la "acción y efecto de manipular". Pero hay más, ya que entre otras acepciones podemos leer: "Ejercicio no confesado del poder a través de medios no institucionalizados, a fin de producir en los individuos determinados efectos. Las posibilidades de manipulación han aumentado considerablemente con el desarrollo de los medios de comunicación de masas".
Pero más que la definición "positivista" del término me gustaría compartir con ustedes unas palabras al respecto de
Hans Magnus Enzensberger publicadas en “Elementos para una teoría de los medios de comunicación” (Cuadernos Anagrama. Barcelona. 1971. Pág. 25 y 26) que, me parece, dejan saldada la discusión:

“Etimológicamente, el termino manipulación viene a significar una consciente intervención técnica de un material dado. Si esta intervención es de una importancia social inmediata, la manipulación constituye un hecho político. Este es el caso de la industria de la conciencia. Así pues, toda utilización de los medios presupone una manipulación. Los más elementales procesos de la producción, desde la elección del medio mismo, pasando por la grabación, el corte, la sincronización y la mezcla, hasta llegar a la distribución, no son más que intervenciones en el material existente. Por lo tanto, el escribir, filmar o emitir sin manipulación no existe. En consecuencia, la cuestión no es si los medios son manipulados o no, sino quien manipula los medios.
De lo cual se deduce que un proyecto revolucionario no debe eliminar a todos los manipuladores, sin que, por el contrario, ha de lograr que cada uno sea un manipulador”.

Por último, un ejemplo de cómo el monstruo de muerde la cola. El viernes 22 de enero se publica en el diario Clarín de Buenos Aires el siguiente artículo firmado por Facundo Landivar, miembro de la mesa de edición, donde pareciera que en nombre del grupo Clarín, que tiene una de sus empresas usando el lema "Periodismo Independiente", se queja por la falta de "objetividad" de dos medios con los cuales compite en mercado gráfico de Argentina, desconociendo algo que fue noticia hace tiempo... la objetividad murió, pero ningún diario puso la noticia en tapa.


LA RELACION DE LA PRENSA CON EL GOBIERNO
Las llamativas coincidencias de Noticias y Miradas al Sur
La revista de Perfil y el medio oficial, con el mismo enfoque y las denuncias de complot.

DIFERENCIARSE. PERO CON MUCHAS COINCIDENCIAS.
.

No son tiempos fáciles éstos para las empresas de medios en la Argentina. Ni para los independientes, ni para los que abandonan todo tipo de pretensión de hacer un periodismo objetivo y se abrazan a las posturas oficiales, como si de ello dependiese, y es verdad que depende, su propia supervivencia.Pero si no es fácil para independientes ni oficialistas, tampoco lo es para los que ahora, para diferenciarse, ensayan un nuevo estilo, donde arremeten contra los medios informativos usando como escudo la independencia, pero repitiendo casi calcadamente los argumentos del oficialismo, disfrazado, eso sí, de una pretendida asepsia periodística.Esto quedó en evidencia el fin de semana último, cuando coincidieron los semanarios Noticias, de Editorial Perfil -de Jorge Fontevecchia- y Miradas al Sur, del ultrakirchnerista Sergio Szpolski. Los dos medios, con diferencias sutiles y hasta ahora parados en las antípodas sobre cómo llevar adelante un trabajo profesional en el periodismo, denunciaron el mismo complot contra la Presidenta, urdido, según ellos, desde la Vicepresidencia de la Nación, el Banco Central y este diario. Y hasta coincidieron en publicar esos artículos con fotos de las tres mismas personas.Si bien lanzar acusaciones amparados en difusas fuentes oficiales es ya un lugar común en los medios oficiales, no dejó de llamar la atención semejante cambio en un medio que hasta presentó varias denuncias públicas acusando al Gobierno de discriminarlo en la pauta publicitaria oficial.Como se dijo, para los medios independientes, las cosas no son fáciles. Al bloqueo absoluto de las fuentes informativas del oficialismo, se le suma la amenaza del castigo para quien ose romper el corralito informativo y se asume como complot cualquier noticia que no sea la que se esperaba. Para los oficialistas tampoco es fácil: justificar la mera existencia de un multimedio en los subsidios regalados desde el Estado, por el fracaso en conseguir lectores, caudal publicitario legítimo o audiencia propia, tampoco es el paraíso para ninguna empresa periodística que se catalogue de tal. Sólo basta ver como ejemplo el grupo multimedial ultrakirchnerista del empresario Szpolski que, como publicó Clarín, recibe una profusa inyección de fondos estatales a través de la pauta oficial, que está muy lejos de tener un correlato en circulación o ráting. Si no fuese por su manifiesta adhesión al credo kirchnerista, vería peligrar su propia existencia, ya que ninguno de los medios de ese grupo resultan rentables por la falta de atractivos para lectores y/o anunciantes.Finalmente, el tercer grupo también está complicado. No debe ser fácil proclamarse independiente o perseguido porque el Gobierno no era generoso en distribuirle publicidad oficial y ahora arremeter contra quien publica alguna investigación que molesta al matrimonio Kirchner. Ni asegurar, como dijo Noticias en su última edición -en la que coincidió con Miradas al Sur-, que una crítica a la Casa Rosada es parte de una operación consensuada entre políticos opositores, banqueros en apuros y grupos de medios. Casualmente, o no, el mismo discurso del oficialismo, como se vio el fin de semana. Para este último grupo, diferenciarse, aunque eso signifique llamarse independiente y publicar argumentos oficiales, parece ser el negocio. Como se dijo, no parecen ser estos tiempos fáciles para los medios en Argentina.

.

21/1/10

LA CONJURA DE LOS NECIOS

.
Con el verano parece que por fin vamos a tener posibilidades de leer el material que nos va quedando rezagado según avanzan las hojas del calendario... aunque generalizando podemos afirmar que las vacaciones nos despierta la fantasía de ponernos al día con todo lo que vamos relegando. Pero en esta oportunidad quiero focalizar en la lectura y dejar de lado los textos académicos para recomendarles una novela que como señaló Greil Marcus en la revista Rolling Stone, “se ha reseñado en todas partes, y a todos los críticos entusiasmo. Por una vez, todos tenían razón.”
Se trata de "La conjura de los necios" (A Confederacy of Dunces) de John Kennedy Toole, un escritor que se suicido a los 32 años, aparentemente, por las reiteradas negativas de varias editoriales para publicar su novela. El título de la obra remite una cita de un texto de Jonathan Swift, uno de los principales referentes en el oficio de la literatura y el periodismo: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconocerán por este signo: todos los necios se conjuran contra él".
Al terminar la novela es imposible no pensar que el título, también, se refiere a la vida de su autor. Escrita en los primeros años de la década del 60, principalmente durante el transcurso del servicio militar que Kennedy Toole realizó en Puerto Rico, el rechazo que sufrió en vida contrasta con el reconocimiento póstumo. En 1981 la novela recibió el Premio Pulitzer, ingresando con ese respaldo a la lista de best sellers en varios países y teniendo una venta sostenida hasta la actualidad en los distintos idiomas a la que fue traducida.
El protagonista de la historia es Ignatius J. Reilly, un típico antihéroe que se ve obligado a buscar un trabajo con el solo objetivo de saldar una deuda generada por un accidente automovilístico protagonizado por su madre.Ambientada en Nueva Orleáns, la historia se puede leer como una crítica furtiva contra la clase media norteamericana desde la óptica de un idealista paranoico que vive encerrado en su habitación, de la que solo sale por obligación, y que pretende escribir una obra monumental que eche luz sobre las atrocidades sociales del siglo XX, tan carente de “teología y geometría” como de “decencia y buen gusto”, un alegato desquiciado contra una sociedad desquiciada, como se lo define en la contratapa de la edición en castellano.
En el prólogo de la novela el escritor Walker Percy cuenta que la madre de Kennedy Toole encuentra el manuscrito años después del suicidio de su hijo y luego del rechazo de distintas editoriales se puso en contacto con el para que leyera la novela y tramitara su publicación. Percy acepta leer el material solo para terminar con el acoso de una señora que constantemente le insistía con la calidad de la novela, pero su sorpresa fue mayor cuando comenzó a recorrer sus páginas: no podía creer que la obra fuera tan buena.
A continuación comparto con ustedes un fragmento de un artículo de Jorge Herralde, fundador y director de la Editorial Anagrama, en el cual relata como obtuvo los derechos para publicar “La conjura de los necios” en lengua española:

"Cuando recibía los catálogos semestrales de Louisiana University Press, esperaba encontrar las informaciones habituales: libros sobre jazz o los campos de algodón o los barcos que bajaban, con sus fulleros a bordo, por el Mississippi. Pero de pronto hubo una excepción: se anunciaba la única novela publicada por dicha editorial universitaria, A Confederacy of Dunces, de John Kennedy Toole. En el catálogo se reproducía el texto del prestigioso novelista Walker Percy, que figura como prólogo del libro, en el que cuenta cómo, estando en su despacho de la editorial, entró una señora con un paquetón de cuartillas de una novela de su hijo, John Kennedy Toole, quien no logró que se publicase, pese a ser genial, y que al fin se suicidó. Percy cuenta su lógica prevención ante el mamotreto inédito y cómo quedó fascinado por su lectura; ese texto de presentación era muy excitante, por lo que decidí pedir una opción. Nos enviaron el libro, advirtiéndonos que teníamos una segunda opción, otra editorial española acababa de pedir la primera. Estuve en vilo varias semanas, ya que la novela era tan estupenda (y divertidísima) como prometía Walker Percy. Finalmente la otra editorial (no supe cuál era hasta bastantes años después) no se decidió, pasé una modesta oferta de mil dólares, que fue aceptada, se puso la traducción en marcha y en la primavera del 82 publicamos La conjura de los necios con una primera tirada de 4.000 ejemplares."
.
Por último los dejo con un fragmento del libro o la posibilidad de bajarlo completo aquí. Aunque la mejor opción es siempre tener el libro a mano para disfrutarlo con todos los sentidos...

"(…) Soy capaz de tantas cosas y no se dan cuenta. O no quieren darse cuenta. O hacen todo lo posible por no darse cuenta. Necedades. Dicen que la vida se puede recorrer por dos caminos: el bueno y el malo. Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y el que te dejan recorrer. El bueno lo he intentado andar y no me ha ido bien. Juro que ha sido así. De pequeño hice todo lo que consideré correcto y lo que esta bendita New Orleáns, con sus acordes de ébano y sus insoportables chaquetas a rayas me inducía a hacer. Estudié profundamente y traté de trasladar mis conocimientos con pasión. Los estudiantes saben eso. También escribí encerrado en un pequeño mundo cuarto juntando frases, frustrándome ante las huidizas buenas palabras y las no menos resbaladizas imágenes, comparaciones, situaciones, personajes, diálogos. Asumí estar en ese camino porque es ese el modo como se consiguen los sueños. Al menos eso creía hasta un día, cuando tenía todo acabado y faltaba la confirmación de que había decidido bien, no hubo recompensa. No hubo zanahoria. Ahí me di cuenta de que ya estaba caminando, lejos de mi voluntad, por la otra senda. Esa que no es la buena ni la mala. Porque está claro que la buena es buena porque es una opción propia. La mala es mala porque también es tu opción. Pero la otra no es algo que hayas escogido, por lo cual no pueden decir que es ciertamente buena o ciertamente mala. Es ciertamente ajena, impropia. Por ese camino involuntario caminé, llevado de las narices, arrastrado como un palo sin poder animarme. Tuve que resignarme a ser como ellos me ordenaban, a aceptar sus juicios y sus rechazos. A comprobar una vez más que no todos pueden ver más allá de su aliento. A ser víctima de un sistema que hace de gente como yo infelices zombies o incomprendidos. Y hay que tener el espíritu muy bien templado, tal vez como acero damasquino o más, para afrontar semejante fuerza."
.

18/1/10

NOTICIAS EN LA TV

.
Noticieros: la competencia comercial capitalista impuso
el fenómeno de espectacularización de la noticia.

Noticieros televisivos: un género deshecho

Por Carlos Campolongo (Abogado, psicólogo y profesor titular en la UBA y en la Unlz).

En un principio, el noticiero de televisión fue una bifurcación visual de la matriz impuesta por la prensa comercial escrita. Información vinculada a la actualidad, tematizada y perteneciente sin equívocos al género de la no-ficción.
Ya avanzados los ’60 en la Argentina conocimos un híbrido: el magazine. En los noticieros del mediodía se mezclaban noticias con recetas de cocina, horóscopos y médicos consejeros de dietas y cuidado de niños. Pero ya entonces aparecían crónicas construidas en base a la presunta presencia de extraterrestres, casas con fantasmas y todo aquello que podría recostarse más en la ficción. A veces demasiado banal.
El desarrollo del cable y los canales temáticos en la década del ’80 cambiaron ciertas características del discurso televisivo. La noticia pasó a ser un flujo constante y bastante repetitivo a lo largo de las 24 horas. Esto erosionó las bases del noticiero tradicional.
Por otra parte, la influencia de la TV en grandes audiencias dentro de la competencia comercial capitalista impuso otro fenómeno complejo como es la espectacularización de la noticia. Las noticias consideradas también como mercancías.
Convengamos que el fenómeno de espectacularización tiene diversas lecturas. Rigurosamente, bajo ciertas condiciones de contacto entre la mirada y la pantalla, la televisión no puede escapar de cierto epifenómeno propio de sus características de consumo y que, inevitablemente, permiten calificarlo de espectacularización; sin valoración negativa.
Ahora, si se articula con el sensacionalismo kitsch, el abuso del dramatismo, la imagen catastrófica como la más acreditada para construir la agenda de un programa de noticias, entonces ya la cuestión es más dudosa, ética y estéticamente. La imagen tiene doble filo: la potencialidad de su verosimilitud y la posibilidad de su desanclaje con la causalidad de un hecho. In extremis: nos fascina la imagen ablandando el proceso de comprensión intelectual. Ya de por sí, la noticia es un acontecimiento que tiene características necesariamente fragmentarias y la rutina periodística deja poco margen para conjetura o refutación de procesos causales, en base a argumentaciones. Se sabe que la velocidad, entendida como ritmo, acelera la sucesión de noticias. Salvo cuando se detienen, casi hasta el hartazgo, frente a las grandes conmociones.
Los noticieros tradicionales ocupaban el prime time, el horario más caro para pautar publicidad dentro de la programación de los canales generalistas. Nos estamos refiriendo a los abiertos. Por décadas, el conjunto de los noticieros acaparaba casi el 70% de la audiencia. Sin embargo, actualmente muchos de esos espacios han sido reemplazados por programas, con animadores sin temor a la idiotez, en donde la temática es la chismografía, la vida íntima de las estrellas y estrellitas (y de vez en cuando algún estrellado) con un lenguaje bastante rudimentario y con el único ingenio de estar jugando permanentemente con el doble sentido de implicancias genitales. Curiosamente, cuando ocurrió la crisis de finales de 2001, las primeras informaciones sobre la protesta, la ira, los cacerolazos y las marchas sobre Plaza de Mayo fueron conducidas por varios animadores de programas de espectáculo (¿?) hasta que llegaron las caras identificadas con los noticieros.
El tema es muy complejo y saber cómo evolucionará la denominada información es todavía más difícil. A continuación, sólo algunos señalamientos, absolutamente insuficientes:

• La agenda es la noción que trata de buscar un consenso entre los especialistas en comunicación sobre la potestad que tienen los medios de establecer la visibilidad de ciertos temas y de otros no. Han transcurrido varias décadas desde que Umberto Eco sistematizara las estrategias básicas de manipulación de la agenda de un informativo. Cómo jerarquizar las noticias, según tiempos, imágenes, lugar en el guión del noticiero y lenguajes que colaboren más o menos para su comprensión.

• Por cierto que ello no es unilineal, porque las audiencias tienen también la posibilidad de construir sus propias agendas conforme las demandas y experiencia primaria de sus vidas cotidianas. He allí una negociación continua entre medios y públicos. Movimientos profundos en las sociedades que nadie puede controlar, ni la política ni los medios.

• En un contexto signado por la pospolítica (visión tecnocrática que sólo administra, nunca instituye) la comunicación se transformó en una herramienta definitoria para la información y el control social. El núcleo problemático es la Babel de sentidos de las palabras información y comunicación. Los magmas informativos, de la sociedad hiperinformada no nos asegura igualdad (hay informaciones más y menos importantes sin igualdad de acceso) ni fraternidad (sabemos sobre la desintegración de los vínculos sociales, aislamiento e individualismo –que cierto discurso mediático exacerba–) ni libertad (si se fomenta el grado cero de compromiso político, indiferencia, apatía, pero promociona el consumismo permanente para ciertas capas sociales). Vida pública y privada ya no son el adentro y el afuera (Vg. talk shows de confesiones íntimas, grandes hermanos, shows del caño y ciertos políticos). Además, en la administración con baja intensidad política, una forma eficaz de movilizar emocionalmente a la gente es propagando muchas noticias que generen miedos (crimen, violencia, al otro, etc.).

• La proliferación y circulación de la imagen ha estimulado más los aspectos emotivos que los cognoscitivos en el ser humano. Políticamente hablando podemos decir que vivimos la era de las emotioncracia o democracia de las emociones que son administradas mediante estrategias de poder. Cuando la organización sociopolítica es débil, los mensajes desde los sectores dominantes tienen más posibilidad de lograr efectos a corto plazo.

• La información presente en una pintura no otorga el sentido pretendido por el artista y del que se apropia quien lo contempla. Para eso hace falta distancia y nosotros estamos en medio de cambios vertiginosos, inciertos pero desafiantes para la creación de mejores paisajes.
.
.

17/1/10

LOS DESAFIOS DE LA NUEVA LEY DE MEDIOS

.

Foto: Diego Sandstede.

.

Oscar Steimberg: “Con la ley de medios, inventamos o perdemos”

.

El semiólogo y escritor argentino Oscar Steimberg asegura que ante la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual “no importa que la calidad no sea excelente, pero sí importa que ya no van a ser los mismos de siempre los que decidan los contenidos y la programación”.

A continuación, el docente en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA reflexiona sobre los formatos, contenidos y géneros del medio más popular.

Ficción, telenovelas y costumbrismo. En la Argentina desde hace varias décadas, la telenovela fue producida pero también probada como lugar de experimentación, de producción de novedades. La historia de la telenovela en Argentina es muy interesante. Tiene tres grandes períodos: el clásico de las telenovelas con el melodrama de antes, las telenovelas que tenían una posición más abierta en términos de la definición, del contexto de la acción donde los personajes tenían que ver con lo que pasaba en el campo de la sociabilidad, de la economía, de la política. Pero este fenómeno no ocurre sólo en la Argentina. En una telenovela colombiana como Café con aroma de mujer, la protagonista es una mujer que primero es campesina, y llega a ejecutiva. Eso en la telenovela clásica no sucedía. Las novelas de los últimos diez años tienen como característica una suerte de reflexión sobre sí mismas, a través de un tipo de comentario o humor sobre la telenovela misma. La posibilidad de que lo que la novela represente o designe como caracteres y personajes actuales influya en la sociedad, es bastante parecido a lo que podría ocurrir en una novela literaria. Mi madre hace muchísimos años solía tener un cuaderno donde anotaba frases de las novelas que leía y que para ella tenían un valor casi filosófico. En cambio, cuando se repiten los recursos del género, y parece que los personajes buenos tienen siempre una determinada característica social, ahí si creo que se empobrece el género.

Graciosos. La legitimación de los discursos a través del humor. En los últimos tiempos, los programas de información periodística adoptaron el humor como un ingrediente indispensable de sus contenidos y segmentos. Pero a pesar de que es algo que ya está instalado en la televisión actual, no existió siempre. Su surgimiento y expansión coincide con el momento en que empiezan a decaer los programas de humor o cómicos. Antes, en la radio por ejemplo, había programas cómicos que la gente escuchaba, sintonizaba especialmente, en determinado día y horario. Eso fue sustituido por esta inserción del momento cómico en cualquier programa. Creo que una de las razones de esto está relacionada con la crisis de los géneros tradicionales, de los medios y de la cultura en su conjunto. Es como si ahora todo el mundo debiera demostrar que puede recorrer espectros de géneros, y no existe ya la idea de que algo pueda hacerse específicamente de una manera diferenciada, permanente. El problema es que esto es asumido por gente que en realidad no tiene como propósito hacer un programa humorístico sino político. Entonces, muchas veces, el momento cómico queda convertido en un momento de argumentación, impugnación o de ataque, con determinadas características diferentes de todo el desarrollo de ese mismo programa. Es así como muchas veces el momento cómico es más un momento de burla, sin humor.

Noticias para Doña Rosa. En un fenómeno que excede la dimensión nacional, en los últimos tiempos surgió un nuevo modelo de comunicador, periodista o presentador de noticias, que se pone en el lugar de la gente y opina e informa desde ese lugar, quitándole densidad a la información y alivianando las noticias. Volviendo a la figura de Doña Rosa, están los que argumentan “es terrible, es grave” al presentar una noticia. Y creo que se vuelve muy aburrido ese tipo de tratamiento de la información. Cuando veo a ese señor que en lugar de informar trata de expresarse o de mostrar lo que le pasa, y trata de decir lo que siente acerca de esas noticias, muchas veces me dan ganas de decirle “pero escuchame, yo no estoy aquí para hacerte de confesor, analista o terapeuta, no lo soy, por qué me tenés que confesar todo el tiempo cómo te sentís, no me importa el estado de tu corazón en este momento. Caramba, sólo dame las noticias”. Justamente lo que se espera de ellos es que sean profesionales de la información. Esto también ocurre porque se ha confundido una suerte de visión política cotidiana de todos los que no son políticos, con las intenciones de aquellos que defienden intereses muy precisos y buscan imponerlos. El hecho de que los partidos políticos se hayan convertido en un espacio borroso y que cada uno de los líderes, figuras o futuras figuras, tengan que demostrar su posición, hace que la información sea invadida por esa palabra que muchas veces no tiene profesionalidad porque no quiere tenerla, sino que busca estar del lado de alguno de los poderes que en esos momentos tiene que ver con la propiedad de los medios, por ejemplo.

Ley de medios e impacto en los contenidos. Tengo mucha expectativa respecto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Los cambios dependerán de lo que se haga con ella. Diría que sólo en parte depende de los poderes públicos, en buena parte depende de aquellos que estamos en zonas de la cultura en la que se supone que cada uno tiene un lugar o una manera productiva. Creo que esta posibilidad de que los organismos no gubernamentales, sociales de todo tipo y educativos, ahora tengan la posibilidad de manejar el espacio de un canal es algo realmente para celebrar. No importa que la calidad no sea excelente, pero sí importa que no van a ser siempre los mismos los que decidan los contenidos y la programación. Creo que tiene un enorme valor la sanción de la ley y que ahora habrá que asumir la responsabilidad de hacer algo. La posibilidad está. A partir de ahora, o inventamos o perdemos.

Fuente: www.elargentino.com. Ver otras entradas de Steimberg.
.