3/5/15

DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA


En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas, por iniciativa de los países miembros de la Unesco, proclama el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, con la idea de "fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática". La fecha recuerda la instauración de la Declaración de Windhoek sobre libertad de ejercicio del periodismo. 

Cada año la Unesco conmemora esta fecha, rindiendo tributo de esta manera a los numerosos periodistas alrededor del mundo que por decisión profesional ponen en peligro sus vidas en el esfuerzo de informar a sus sociedades y de promover el libre flujo de la información. 

Según el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos "todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión". 

En nuestro país esta figura esta regulada, además de la norma ya citada, por los art. 14, 32, 43 párrafo 3º in fine y 83 de la Constitución Nacional, la Convención Americana sobre DDHH en sus art. 13 y 14 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en sus art. 19.2. 

Según la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina el alcance de la garantía constitucional de la libertad de prensa que ella ha reconocido en numerosos casos "coincide con el contenido de los tratados internacionales, posteriores, que regulan su ámbito y que hoy integran nuestros textos constitucionales" (caso "Amarilla, Juan H.", 1998). 

Sin dudas una prensa libre es uno de los componentes esenciales de una sociedad democrática, que es a su vez condición previa para un desarrollo social y económico sostenible, por eso es importante que las leyes reconozcan y tutelen esa figura.

Pero superar la brecha entre lo que las normas prevén y la efectiva satisfacción de los derechos humanos constituye uno de los principales retos para todos los gobiernos y todos los Estados del mundo, es por ello que la sanción y puesta en vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522) en 2009 significó una avance importante en el acceso ciudadano a medios tales como radio y televisión. 


Las voces, los intereses y vivencias de los sectores populares, antes invisibilizados o reinterpretados por los medios hegemónicos, hoy tienen diversos canales de expresión a lo largo y ancho del país. 

Las radios comunitarias, las agencias alternativas y contra hegemónicas, los canales comunitarios, las redes de videastas, las revistas y periódicos barriales y regionales, los sitios de contenido de Internet, foros y otros medios de comunicación contraculturales, incluidas los de las organizaciones de prensa, dan cuenta del avance en el camino de hacer concreto el concepto abstracto de la ley. 

Sin embargo existen aún muchos desafíos: garantizar la sustentabilidad e independencia de los medios comunitarios e institucionales, mejorar las condiciones de trabajo y garantizar la seguridad para el ejercicio profesional de los periodistas de todos los medios del país, combatir la concentración de medios, garantizar el derecho de acceso a la información pública y promover una adecuada regulación de la publicidad oficial, son algunos de los desafíos que están planteados de cara al futuro. 

El objetivo es lograr una información más plural, inclusiva, diversa y democrática en pos de una mejor calidad institucional que sin dudas redundará en una mejor calidad de vida de todos los ciudadanos.







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