24/5/11

QUILMES ROCK 2011: DIA 4


Moretti: una temporada en la tierra de la canción

Pensaba en un buen título para la reseña del último día del Quilmes 2011 y me pareció que "Una banda en busca de cantante y un cantante en busca de banda" podía resumir las expectativas desatadas por los artistas anunciados. Luego de una seguidilla de grandes bandas que estallaban en el océano de la incompatibilidad el anuncio del regreso de Bersuit y la primera presentación de Ciro en B.A., sin los Piojos, por primera vez en el año, en un predio al aire libre y con público masivo despertaban cierto morbo.
El frío y la lluvia previa le otorgaban cierta épica a la cita con mayor concurrencia, aproximadamente 25.000 personas, en la cual las banderas dijeron presentes marcando el regreso de las "bandas", esas hinchadas que mezclan en partes iguales pasión futbolera y sensibilidad rock.
Esta es la grilla completa del domingo 22 de mayo:
• Escenario Quilmes: Ciro y Los Persas >> Bersuit >> Kapanga >> Mancha de Rolando >> Estelares.
• Escenario 2: Chuky de Ipola >> Cola de pato >> Baltazar Comotto >> Manto >> Zumbadores >> Chancho va.
La tarde comenzaba con el público tempranero embarrándose las zapatillas con el barro que se filtraba entre bloques de plástico dispuestos en el piso. Sobre las tablas la banda de Manuel Moretti. desplegaba un set corto pero efectivo de canciones redondas. Uno de los mejores autores del rock argentino decía presente de la mano de Estelares.
Otra banda festivalera, con un listado interminable de hits, tuvo que lidiar con los escasos minutos asignados en la grilla, pero a la Mancha de Rolando pareció no importarle. Lo bueno si breve, dos veces bueno.
Con mucho público en el predio y un fervor que iba in crescendo Kapanga desplegó su batería de hits fiesteros de la mano de El mono relojero, Me mata y Ramón. El Mono matizaba los tiempos muertos entre tema y tema con pedidos de mutuo cuidado y solidaridad entre los espectadores y una llamativa arenga a la seguridad de clase: "afanen directamente a los que les robaron el futuro y no a gente como uno", sentenciaba cual Arslanian del rock.

Bersuit: a dos voces

A las 19.30 comenzaba a despejarse la gran incógnita de la noche: como funcionaria sobre el escenario esta remozada version de la Bersuit sin la presencia de su principal compositor, frotman y alma mater.
Cierta desprolijidad en la nivelación de las dos voces, a cargo del Cóndor Sbarbatti y de Daniel Suárez, que llevaron adelante la mayoría de las canciones pasaron desapercibidas para los fundamentalistas del espíritu bersuitero que entonaban "ole, ole, ole, ole, ola, de la cabeza con Bersuit Vergarabat", reafirmando que el vínculo entre los artistas y el público estaba indemne a pesar de los cambios de cartel.
El Mono de Kapanga puso todo su histrionismo para acopañar a la banda entonando los versos de La bolsa, y el Cabra, ex Manos de Filippi, le aportó el particular color de su voz a una canción de su autoría, popularizada por la Bersuit, hablamos de Señor Cobranza.
Se vienen compromisos locales y en España, tal vez llegue el tiempo de un nuevo disco en esta etapa post-Cordera, pero por ahora son más las preguntas que las respuestas: ¿cuánto tiempo se podrá sostener un proyecto que, por ahora, no puede mira al futuro y no quiere mirar al pasado?

Lista de Bersuit

Pocos minutos pasadas las 21 comenzaba el show de Ciro con varios invitados de lujo:
  • a la presencia de Chucky de Ipola en los Persas se sumó la de otro ex Piojos, Daniel Buira, que con una versión reducida de La Chilinga acompañó a Ciro Martínez en los temas San Jauretche y Malambo para Luca.
  • el ex guitarrista de Mick Jagger, Jimmy Rip, le puso pulso rockero a Genius y a una versión al palo de Carol, el clásico de Chuck Berry.
  • Omar Mollo dijo presente para entonar a dos voces el clásico de Discepolo, Yira Yira.
Ciro y unos persas con piojos

En un setlist de 25 temas, que se tradujo en mas de dos horas de show, resaltaron Antes y después, Servidor y Chucu chu de su último CD, el tema de apertura El viejo, de Pappo, y los clásicos piojosos que movieron a la gente en el campo y permitieron darle pelea al frio.
Algún descuidado puede decir que tuvo un daja vu, que en realidad lo que vivió fue un recital de Los Piojos, pero no estaban Los Piojos.
Estaban o no estaban, that is the question...


Ticket to ride
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QUILMES ROCK 2011: DIA 3

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Guille Bonetto: frecuencia Cafre

Hay usos y costumbres que poco a poco se van modificando y mutan en nuevas realidades que una vez naturalizadas pareciera que siempre estuvieron allí. Pero no, recuerdo mis primeros recitales y realmente no logro visualizar un VIP en esas cuevas semiclandestinas ni en esos primeros estadios que abrían sus tribunas para abrazar al rock. Ahora la mutación se llama campo VIP, ese engendro que nos garantiza, pos unos pesitos extras, un lugar de privilegio justo abajo del escenario.


La ecuación es simple para los organizadores: ¿si tengo público ABC1 dispuesto a pagar por confort o lugares de privilegio por que me voy a perder ese negocio? Lo que antes era solo la distinción entre popular, campo y platea hoy se estratifica en incontables niveles marketineros con nombres insufribles: gold, platino, diamante y siguen las firmas.


Cada vez más evento social que artístico, estos encuentros se fueron transformando en un rejunte de marcas interesadas en quedar asociadas a la experiencia quedando en segundo plano lo que sucede en el escenario.


Con esta lógica pareciera que se programó la grilla del tercer encuentro del Quilmes Rock 2011: lo que habitualmente era el día reggae se transformo en varias bandas cultoras del género jamaiquino como teloneras de Babasónicos, la banda nacional mas internacional que tenemos hoy por hoy en estos lares, que hubiera estado en consonancia con Jamiroquai el día anterior. ¿Problemas de cartel? Quien sabe, la cuestión es que al final hubo mezcla de géneros, mezcla de estilos, mucha mezcla.


Esta es la grilla completa del sábado 21 de mayo:


• Escenario Quilmes: Babasónicos >> Cultura Profética >> Las Pelotas >> Los Cafres >> Jauría.
• Escenario 2: Victoria Mil >> Nikita Nipone >> Alambre González >> Utopians >> Mil Astillas >> Miss Bolivia >> Hijos del Hijo.


El contraste antes mencionado se notó claramente al cierre del recital de Cultura: muchos de los 15000 asistentes emprendieron la retirada, seguramente contentos con llevarse mucho de lo que fueron a buscar esa plácida noche porteña. Los Cafres cumplieron con su cuota de reggae ajustado en un set de 13 canciones y con la novedad de Demian Marcelino en la primera guitarra, "nuestra banda favorita de reggae latinoamericano" diría mas tarde Willy Rodríguez sobre ele escenario.

Las Pelotas en escena: Daffunchio y el HD

Las Pelotas desarrollaron su set con la presencia simbólica de Tavo Kupinski ya que tanto músicos como público lo recordaron. Pablo Guerra, ex Caballeros de la Quema, y Fernando Ruiz Díaz oficiaron de invitados en una presentación que respeto el disco en vivo recientemente editado y que mezcló clásicos, temas de su última producción de estudio y los infaltables himnos de Sumo.

 Willy Rodríguez: pequeño saltamontes del reggae

A las 20.30 sonaron los primeros acordes de Cultura Profética. En ese momento recordé de un festival hace un par de anos, donde prácticamente abrían el escenario, con el sol arriba y poca gente abajo. ¿Qué paso en el medio para que tengan la responsabilidad de ser el segundo número de esta ecléctica noche? Mucha gira por el interior y mucha tocada en B.A. El boca a boca imparable y el apoyo de sus amigos argentinos con Guillermo Bonetto a la cabeza.


El show se basó principalmente en su último disco, La dulzura, que honrando su título esta lleno de canciones sobre ese misterio que algunos llaman amor. Hubo homenaje al tango (Del tope al fondo), declaración de principios (Verso terso), ska instrumental y una arenga "suave" para movilizar a la gente. Es que Rodríguez parece mas un monje Zen que un embajador del reggae continental y como el mismo dice al rescatar una frase típica de Puerto Rico, "poco a poco le entra el agua al coco", lento pero seguro se van instalando en el país con un crecimiento que por ahora no parece tener techo.

Adrián Dárgelos: es rock


En el cierre literalmente se corrió del telón... para su primera presentación en B.A. después de dos años de girar por el resto de la Argentina y por el mundo, los Babasónicos cubrieron el escenario con una gigantesca tela blanca que se "desplomó " con los primeros acordes de Fiesta popular, uno de los tres temas que tocaron de su ultimo CD, A propósito.


El resto fueron sus clásicos gastados por las FM y algunos temas con perfil rocker de algunos de sus primeros discos, Dopádromo y Babasónica.


La gran pantalla HD que oficiaba como telón de fondo acompañaba con imágenes alegóricas que remitían a cada álbum de la banda y con primerísimos planos de sus músicos y algunas chicas en el campo.


Un show impecable para los que son parte del planeta Babasónicos, para los legos seguramente un espectáculo un poco frío y distante. Desde hace mucho tiempo considero a esta banda el más fiel exponente del show business asociado al rock de nuestro país. Obviamente estoy hablando de una manera de entender el rock… achicamos el margen, pero siguen siendo los mejores en ese plano. Dárgelos, en un rapto de actitud, simplemente lo canta: Soy rock.


Por último: una desconsideración mandar a Jauría al inicio de la grilla, el nuevo proyecto de Ciro Pertusi merecía un poco mas de consideración.


Lista de Babasónicos en el Quilmes Rock 2011
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QUILMES ROCK 2011: EL SONIDO DEL ENCUENTRO


Diego Frenkel: sensibilidad pop

Tal vez la visita de tantos artistas extranjeros a las principales ciudades de nuestro país se pueda explicar desde la lógica de un mundo globalizado con una seria crisis económica en varias de sus plazas más importantes o tal vez sea cierto que somos el mejor público del mundo…
En este contexto eran altas las expectativas por la grilla de esta nueva versión de uno de los festivales más importantes de la región. Sucede que a diferencia de los festivales emblemáticos de Latinoamérica, como el Rock al Parque de Bogotá o el Vive Latino del DF, Buenos Aires cada año nos trae tres eventos masivos y convocantes de artistas nacionales y extranjeros: el Quilmes Rock, el Pepsi Music y Personal Fest.
Pero en cierto sentido esta primera cita del año defraudo. A diferencia de las versiones anteriores, donde el festival se realizó en meses templados y cálidos como octubre, abril y enero este año la elección del calendario a finales de mayo complico con el frío y la lluvia del último día.
Pero las visitas internacionales tampoco permitían hablar de un line up de lujo, esto tal vez explica la opción de pasar de los grandes estadios a un predio como el de GEBA, enclavado en los bosques de Palermo y con una capacidad aproximada de 25.000 espectadores, aunque el número promedio del festival dio muy por debajo.
Pero no todas son pálidas, ya que como novedades de esta edición podemos resaltar el hecho de que por fin se pudo consumir cerveza en un festival auspiciado por una marca de cerveza. ¡Pasaron 8 años pero lo logramos!
El artilugio que se utilizó para saltear la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en un evento APT fue la delimitación de un corralito, para la organización era un beer garden, donde mediante la presentación de una identificación que certificara la edad los mayores de 18 años podían acceder a una pulsera para comprar por $ 15 hasta dos porrones de las variedades ofrecidas por Quilmes en el mercado. En el sector VIP la logística era idéntica con la salvedad de que la bebida, a igual que todo lo comestible y bebible que por allí circulaba, era gratis.

Laura Marling: una muchacha y una guitarra

El “Día1”, como se promocionaba, tuvo en la grilla del jueves 19 de mayo a los siguientes artistas:
Escenario Quilmes: Jack Johnson >> Laura Marling >> Los Tipitos >> Rosal.
Escenario 2: Sr. Flavio >> Diego Frenkel >> Custodios >> Ser.

Del escenario secundario voy a rescatar la sensibilidad expuesta por Frenkel en la presentación de algunos temas de su último disco solista, El día después, y el pésimo sonido que le dieron a Flavio, alguien tan importante para nuestra cultura popular no se merecía ese castigo, y el público tampoco...
Que Los Tipitos siempre estén en estos festivales no solo obedece a que es una de las bandas con sonido mejor producido de nuestra escena sino, principalmente, a que pertenece a la familia Pop Art, productora que además de organizar el festival edita y maneja las fechas de la mayoría de los números de la grilla.
Faltando poco para las 20 ganó el escenario la figura frágil de Laura Marling, cantante inglesa que podríamos definir como la hija no reconocida de Bob Dylan y Joan Baez, por ese estilo folk tan arraigado en el indie anglosajón. Con tan solo 21 años se le animó a un público que no estaba allí por ella, que prácticamente en su gran mayoría ni siquiera la conocía y con el cual no compartía el idioma… no es poco, o mejor dicho, es mucho considerando el gran show que brindó, en la misma sintonía emotiva que Frenkel dejó suspendida en el aire desde el escenario alternativo pocos minutos antes, en base a canciones de tono existencialistas, donde el sentido de la vida, la muerte y los desplantes del corazón buscan sus repuestas.

Jack Johnson: el ritmo de las olas

El cierre de la noche estuvo a cargo del bueno de Jack Johnson, que respetando el lugar común del yerno que toda madre con hija en edad de merecer querría tener, desplegó sobre las tablas toda su seducción a base de actitud cool y relajada.
Lo bueno es que se nota que es un tipo así, tranquilo y relajado, sin pose ni divismo y ese mensaje también nos llega desde los acordes que nacen de su guitarra acústica y su fraseo para trasportarnos a la playa de nuestros sueños.
Canciones para tomar un daiquiri con los pies sobre la arena y la vista clavada en el horizonte mientras el sol dice hasta mañana, de eso se trata el repertorio del bueno de Jack.
Sitting Waiting Wishing, Upside Down, Good People fueron algunos de sus hits que más fervor despertaron entre las casi 20.000 personas dispuestas frente al escenario, todo sazonado con una banda solida e imágenes del mar, la playa y algunas animaciones desde la pantalla principal colocada como telón de fondo.
El cierre, después de 23 temas, llegó con un set acústico e individual, como para demostrar que un verdadero artista no necesita de tanto artilugio tecnológico ni un gran escenario para conmover. Una guitarra y buenas canciones, con eso alcanza.

Rock hall of fame
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5/5/11

SOBRE LA CONDICIÓN POÉTICA

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Robert Allen Zimmerman.



Por distintos motivos, en estos día la figura de Bob Dylan parece omnipresente en mi vida. Un documental en HV1, su último disco en el auto y anécdotas varias compartidas con amigos.


Una saga tan Dylanesca (¡que gran disco el de Bryan Ferry!) me hizo recordar un texto breve que elabore en el marco del Curso de Postgrado "Introducción al Pensamiento Complejo" de la Cátedra Itinerante UNESCO "Edgar Morin" (CIUEM).


Comparto con Uds. estas líneas, seguramente verán al llegar al punto final que no dejan de ser un pequeño aporte a la confusión general.



Para citar este texto: Monzón Francisco L. (2004) "Sobre la condición poética", obtenido de http://codigosbinarios.blogspot.com/2011/05/sobre-la-condicion-poetica.html.
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Sobre la condición poética*


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“El poeta es un fingidor / finge tan completamente / que hasta finge que es dolor / el dolor que en verdad siente”. Fernando Pessoa

En el comienzo de los tiempos, con la aparición del lenguaje, y por ende de la cultura, el hombre comienza a diferenciar distintos usos de la palabra. [1]

Desde el origen de la cultura occidental se puede rastrear una preocupación por la crítica literaria. Las primeras aproximaciones al fenómeno de la poesía las encontramos en la “La república”, de Platón, donde se afirma que el poeta recibe su inspiración de los dioses y su obra no es otra cosa que la imitación de lo real. Aristóteles supera esta definición, un tanto acotada, y sostiene que la poesía es un arte creativo que a partir de la experiencia humana representa, recrea, lo universal. Más allá de los géneros que podemos ubicar en el contexto histórico en el que Aristóteles escribe su “Poética” (circa 344 a. C.) a los fines del presente trabajo nos interesa el desarrollo histórico y la proliferación de ramificaciones que en el mundo del arte en general, y no solo de la literatura, se fueron produciendo.

La tesis desde la cual partimos se apoya en este derrotero histórico: la poesía no puede ser reducida a un coto particular dentro del universo del arte, ya que su fuerza, el fantasma poético, recorre, con menor o mayor fortuna, todas las disciplinas artísticas. En síntesis la poesía no es una propiedad del verso, sino de la lengua, del hombre, y por ende de todo lo que este haga.

Con esta premisa como punto de partida, que coloca a la poesía desbordando los límites de un género literario, consideramos posible utilizar al calificativo poético como una herramienta para leer no solo distintas disciplinas artísticas sino también todas las variantes de la actividad del hombre, buscando en ellas un rasgo particular, un brillo distintivo, que denominaremos condición poética.

“Las palabras sinceras no son elegantes. Las elegantes, nunca serán sinceras”. Lao Seo

Como ya mencionamos, la introducción ineludible al tema es sin dudas la “Poética” de Aristóteles. En esta obra se establecen tres conceptos que funcionan hasta nuestros días como claves para comprender todo hecho artístico. Así, la poiesis, la mímesis y la katharsis marcan los momentos de la construcción de la obra de arte, más allá de su formato o soporte, es decir: la concepción, la elaboración y, finalmente, el producto propiamente dicho.

De esta secuencia lógica:

momento de concepción ® momento de elaboración ® momento de recepción

(poiesis)............................ (mímesis)....................... (catársis)

Nos detendremos en la primera, por entenderla como la más fiel a la tesis aquí propuesta. [2]

En el momento de la concepción el artista es asaltado por un arrebato, y es por ello que Aristóteles no describe ese instante como muy placentero: “el arte de la poesía es propio de los seres dotados naturalmente para ella, o bien de quienes están alcanzados por la locura”.

Otra característica que el pensamiento aristotélico le otorga a la obra poética es no restringirla solamente a lo que hoy reconocemos como poesía (como género) sino que carátula como poético todo producto artístico en tanto poiesis (cuya raíz proviene del verbo “hacer”).

En el capítulo XVII de su obra nos dice: “se persuaden mejor quienes están apasionados, y también, más verdaderamente conmueve el conmovido, y más se enfurece el airado”. A partir de esto deducimos que no es sencillo transmitir emociones desde la racionalidad pura, simulando tal o cual estado, es imprescindible sentir, experimentar, sufrir y reír para después plasmar, tratar de transmitir, estas sensaciones en una obra. ¿Cómo hablar del límite si nunca se estuvo en él? Esta es sin duda una diferencia importante entre el teórico, el historiador y el poeta.

Lo Dionisíaco estaría ligado a la poiesis, en tanto arrebato natural, divino o insano, mientras que la mimesis es propia de lo Apolíneo, ya que es en este estadio donde la inspiración amorfa se consuma en una forma, mediante la cual será reconocida por los otros.

A pesar de esta distinción, no es recomendable entender esta dicotomía como el enfrentamiento de la fuerza y la sensibilidad poética, alguna vez irracional, a la racionalidad intelectual, ligada a la necesaria instancia de la “forma” en el proceso de la elaboración poética.

“Poesía... el verdadero poder revolucionario capaz de cambiar el mundo”. Theodore Roszak

Sin dudas, y así lo entiende el sentido común, no es posible hablar de lo poético sin reconocer que su estado puro se encuentra en la poesía, aunque no todo lo que se denomina poesía este imbuido de la condición poética. Pero al partir de la tesis que afirma que lo poético no esta solo en la palabra abrimos el campo de análisis a un vasto panorama de actividades: la plástica, la música, etc.

Llevando al extremo este postulado podemos afirmar que lo poético es una manera de vivir, de relacionarse con el universo de las cosas y de las ideas, en síntesis, de enfrentarse a la humana condición.

Sin duda quien renuncia a la condición poética, que su propia condición humana le acarrea, niega una parte de su ser.

Lamentablemente a la luz de la historia de los últimos siglos podemos ver como distintos sistemas de organización social fueron asfixiando y negando esta faceta de la personalidad del hombre, hasta transformarla en una actividad aparentemente ociosa, limitada a un número ínfimo de cultores. [3]

Un gran plan, pacientemente ejecutado desde el inicio de la historia, que fue sumergiendo en el sopor y la rigidez, una cárcel espiritual, a la mayoría de la humanidad con herramientas que el tiempo fue perfeccionando: la familia, la escuela, la iglesia (en sus distintas vertientes), el estado (célula madre de la cual se desprende la capacidad de los ejecutores del plan para disciplinar y reprimir, y aquí ya no hablamos sólo de la cárcel espiritual, y de marcar cuales son los parámetros de lo bueno/malo, lo sano/enfermo, lo bello/feo, etc.) [4]

Grandes hombres, políticos algunos trasformados en poetas libertarios, poetas otros, que fueron llevados al campo de lucha política como emblemas de los valores más altruistas, desafiaron esta lógica pagando, la mayoría de las veces, un precio cotizado en sangre.

Etienne de La Boétie, Mijail Bakunin, el Dante, Rimbaud, Artuad, y tantos otros, se transforman así en iconos de un estilo de vida poético, por forzar los límites que sus congéneres imponían a la individualidad, la libertad y a la palabra.

Existen, asimismo, raras avis que condensan todo, pasión por la poesía y pasión por la libertad, en una síntesis de vida y obra: Cesar Vallejo es un cabal ejemplo en la literatura y Diego Rivera en la plástica. [5]

Este sentido subversivo de la poesía cobra forma en la lucha por alcanzar la humana condición, es decir, la posibilidad de ser hombre/mujer en consonancia con las aspiraciones totales del ser humano y en equilibrio con el mundo, el universo y sus pares. [6]

En un complejo proceso social, donde los poetas oficiales atentan contra la poesía, y los verdaderos poetas con llevados a la marginalidad, y a veces a la ilegalidad, nace la figura del poete maudit. En este sentido Andre Bretón apunta con agudeza: “la aprobación del público debe rehuirse por encima de todo”. [7]

Romper con las convenciones de la cotidianidad parece ser su fin último: mostrarnos un universo en constante cambio y transformación, contrario al universo rígido que las convenciones nos quieren obligar a ver. Nombrar lo innombrable, mostrar lo que se quiere ocultar, expandir los peores olores, porque ese hedor nauseabundo atenta contra la calma cotidiana que pudre, minuto a minuto, los cuerpos que nuestra rutina entierra un poco cada día.

“Toda metáfora es poesía”. Chesterton

Nacemos al mundo y nos tenemos que incorporar a una serie de dimensiones que tienen un denominador común: el lenguaje. Una vez que nos apropiamos de él podemos acceder a distintas esferas sociales, con mayor o menor suerte, dependiendo del capital cultural (simbólico) que tengamos acumulado.

Si bien el uso de la palabra presta en este sentido incalculables servicios hay en su alcance profundo un halo de misterio difícil de desentrañar.

Para descubrir que significa una palabra tenemos en el diccionario la fuente donde encontrar la respuesta, pero el diccionario nada nos dice sobre el origen, sobre las veces que con pasión o temor esa palabra fue escrita, o sobre los hombres que dejaron algo de sí cuando la pronunciaron.

Nada dice el diccionario de esa carga afectiva, de esos infinitos significados que tuvieron esas palabras al ser utilizadas en el marco de una metáfora.

“Language is a virus from outer space”. William S. Burroughs

Es como si la palabra estuviera muerta en las páginas del diccionario, como si leyéramos un obituario, pobre y amarrete.

Decir que la palabra esta al servicio del hombre puede ser temerario, ya que la cotidianidad nos muestra que somos nosotros los que estamos a su merced.

¿Acaso cuándo adscribimos una determinada ideología no estamos rindiendo culto a la palabra? Al fin y al cabo, ¿no son las ideas una serie de palabras que toman cuerpo y forman una estructura sólida, que se desliga incluso de sus supuestos procreadores, tomando una vida autónoma, más allá de los debates y las idas y vueltas que generan?

Así, nos convertimos en esclavos de nuestra invención, esclavos de la herramienta que tendría que ser libertaria.

Es deber del poeta intentar romper esas cadenas, de agrietar las paredes de opresión con las que palabras nos esclavizan.

¿Pero quien quiere escuchar que es un esclavo cuando vive convencido de que es libre y goza del libre albedrío? [8]

“Una obra de arte sólo tiene valor si en ella vibra el futuro”. André Breton

Amén de los distintos estilos que dentro de la poesía podamos detallar, y sobre los que no nos detendremos en este trabajo, nos interesa la particular fusión que en la segunda mitad del siglo XX se produce entre la poesía y el corpus literario general, a partir de su conjunción con el género musical denominado, comúnmente, como rock & roll.

En este momento es importante aclarar que cuando decimos “poesía en el rock” en verdad estamos hablando de letras de canciones inseparables de la melodía que la acompaña. El periodista Marcelo Gobello realiza esta distinción para diferenciar a la obra poética, propiamente dicha, que en las últimas décadas muchos publicaron, de la producción estrictamente musical. [9]

En este punto, y no casualmente, tenemos que volver a mencionar que la condición poética no se resume a la obra y tiene que ser leída en el contexto vital del individuo que la produce. Y ninguna figura fue tan fiel al espíritu revulsivo y provocador que le exigimos al arte como la del rock star que el sistema comercial que encorsetó al rock engendró, a veces, a su pesar.

Obviamente no todas las estrellas responden a esta lógica, aquí también nos encontramos con poetas oficiales, pero nos detendremos en aquellas que a la luz de la historia realizaron méritos para ser considerados poetas malditos. [10]

“El poeta es un verdadero ladrón del fuego. Está cargado de humanidad: incluso de animalidad”. Arthur Rimbaud

Si entendemos la poesía como un atajo para entender el enigma vital de la humana condición sin duda los ejes que atravesaron ese enigma, si bien similares en esencia, fueron variando con el correr de los siglos, desde los postulados aristotélicos hasta nuestros días.

Sin embargo, los años posteriores a la segunda guerra mundial introdujeron cambios tan profundos que podemos hablar de abismo con respecto a la sociedad de entre guerras.

Aún antes que en la música, y las nuevas categorías sociológicas que se introducen en esta década (como la de “adolescente” y la del “ocio” asociada al consumo juvenil), entre 1950 y 1960 surge en los EEUU un movimiento literario, aunque rebasó profusamente esta delimitación, que fue la base de todo un movimiento contracultural que se expandió por el mundo y que tuvo su punto culminante en el mayo francés de 1968.

Si bien nombres como los de William Burroughs y Allen Ginsberg son abanderados de la generación beat nos detendremos solamente en un autor, Jack Kerouac, y en una sola de sus obras, On the road, por entender que es una novela paradigmática donde se plasma la esencia del movimiento y es, tal vez, la más influyente para un gran número de adolescentes que años después llevarían esos postulados al campo de la música. [11]

Desechar la moral de una sociedad que se entendía perimida y reivindicar la búsqueda y la experimentación más que una serie de nuevos valores, explican porque la reivindicación del viaje, como experiencia en sí misma.

Las drogas y el alcohol, el sexo y el culto a la amistad de los entendidos de este nuevo universo, el regocijo con ritmos musicales marginales (como el jazz y el rithm ´n blues) y una postura militante contra el acartonamiento y el conservadurismo de la clase media americana son las principales características de esta obra.

La influencia de esta generación en la producción artística venidera es innegable, desde el vanguardista Andy Warhol pasando por autores de ciencia ficción como William Gibson y Phillip K. Dick, pero sin dudas es en el rock donde hace eclosión.

“I´ll tell you this, no eternal reward / Will forgive us now for wasting the dawn”. Jim Morrison

A partir de lo expuesto podemos afirmar que el arte es un entramado de producciones que se cruzan, se influyen recíprocamente, se contaminan y cada obra, a su vez, es un nuevo caldo de cultivo para las generaciones venideras.

Pero estas influencias se diluyen en cada contexto histórico, y así la herencia que el rock recibe de la poesía, de la condición poética mejor dicho, ligada principalmente al contenido (la rebeldía y la reivindicación de la libertad) más que a la forma, se canaliza en distintas variantes estilísticas y temáticas.

En los años 60, la del flower power, los iconos más representativos eran el sol, el campo, la psicodelia, la paz y el amor. Una década después, y de la mano del movimiento punk, aparece un retorno a las cosas cotidianas, más concretas y no tan abstractas, como la ciudad, sus objetos, la noche, el odio y la guerra. Si bien “sexo y drogas” están presentes en cualquier corte cronológico que se intente realizar del fenómeno rock las implicancias sociológicas de dicha segmentación difieren sustancialmente:

· En los sesenta se promulga la figura de la “comunidad”, personas que se alejan de las ciudades y buscan un ambiente para la vida comunitaria donde las responsabilidades se comparten hasta el punto de compartir colectivamente la crianza de los niños. [12]

· Con el cambio de época, y de la mano del “hazlo tu mismo”, el punk introduce una filosofía nihilista e individualista. Individualismo activo en una primera etapa, cuando surge el movimiento, y pasivo de la mano de la new wave.

En los años siguientes los distintos movimientos en los cuales se fragmentaba el rock encontraban el respaldo del público que también se segmentaba, en las denominadas “tribus”, que no solo se volvieron más variadas sino también antagónicas.

A pesar del derrotero que el fenómeno rock recorrió en estos cincuenta años, que aquí solo detallamos escuetamente y se muestra muchas veces como contradictorio, es importante resaltar que sus figuras, es decir los cantautores solistas, o los frontman en el caso de los grupos, ocuparon en este momento de la historia el rol que los poetas cumplieron en el pasado: ser portavoces de una generación, corporeizar en palabras esa zona oscura donde se pierden las ansias de una vida feliz y placentera, ansias que regresan transformadas en la decepción cotidiana ante la impotencia de enfrentar a un mundo monstruoso y deshumanizado.

Personajes como Jim Morrison, Lou Reed, John Lennon, Peter Gabriel, Tom Waits, Roger Waters o Kurt Cobain son algunos de los voceros de esta proclama.

“La poesía es indispensable, pero me gustaría saber para qué”. Jean Cocteau

Pero nadie, tal vez, como Robert Allen Zimmerman resume en su obra la síntesis entre la música rock y la poesía, colocando a la canción popular en el lugar de la obra de arte, hecho que influyó sobremanera en sus congéneres y en los nuevos músicos, y revolucionó toda la historia del rock. [13]

En homenaje al poeta galés Dylan Thomas adopta el nombre de Bob Dylan, y al escribir la letra del tema con el cual quería rendir tributo a su héroe, el cantante folk Woody Guthrie, que agonizaba en un hospital público de New Jersey justo cuando Dylan desembarcaba en New York, adelanta “un mundo muy raro se viene... un mundo que está enfermo y hambriento, cansado y marchito, y parece haber nacido antes de haber nacido” (“Song to Woody”, 1961), con una capacidad profética admirable.

Inscripto en la tradición del folk americano dio sus primeros pasos en esa corriente estilística, para horrorizar a sus seguidores en 1965 al electrificar su perfomance y ser considerado como un traidor a la causa acústica.

Pero este hecho, que pareciera una anécdota menor, es, sin embargo, una característica propia de toda la obra dylaniana.

Fue judío, cristiano, músico folk, rockero, abanderado de la lucha por los derechos civiles, el fin de la guerra en Vietnam, la carrera armamentista basada en armas atómicas y colaborador, en los años 80, de lo que se conoce como el rock solidario. Todos estos estadios influyeron en su obra, pero para el biógrafo Paul Williams saber si Dylan actualmente es judío o cristiano es totalmente secundario: “El es una persona que cree en la literalidad de la Palabra. Este es su fundamentalismo predominante. Va a ser fundamentalista, crea en lo que crea”. [14]

Su fama como una de las figuras más influyentes en la segunda mitad del siglo XX se funda en una producción de más de 40 discos oficiales, 3 libros (de poesía los 2 primeros y una recopilación de las letras de sus canciones entre 1962 y 1985), varias películas, una cultura propia fundada por sus seguidores, la Dynalogía, premios de la industria discográfica y cinematográfica, campañas periódicas para postularlo al premio Nobel de literatura, etc.

"El hambre produce poemas inmortales. La abundancia únicamente indigestiones y torpezas”. Taine

En los últimos años nos enfrentamos a un contexto donde lo comercial parece prevalecer sobre lo artístico, donde la lógica mercantilista basada en apostar solo al éxito seguro no permite la aparición de nuevas voces, y donde la propia razón de la industria cultural está en crisis por el impacto tecnológico. [15]

En esta etapa, nuevos fenómenos parecen ser los herederos de esa voz subterránea que expresa la fatalidad de la lógica del progreso social, que bajo la fachada de la productividad, la eficiencia y el confort nos dice acercarnos a la libertad cuando en realidad nos convierte en esclavos de esa lógica economicista y tecnocrática.

Ante la ausencia de una mirada totalizadora que de cuenta de las consecuencias, prácticas y potenciales, que el sistema de organización social implantado a nivel planetario trae aparejado para el destino de la humanidad, focos de resistencia, aparentemente aislados, aunque insertos en una incipiente red, se hacen visibles por las grietas que el sistema no puede sellar. [16]

Grupos antiglobalización, organizaciones de base, comunidades con estructuras políticas autónomas que desconocen la jurisdicción política tradicional parecen ser los nuevos canales de producción y circulación de los discursos que denuncian las atrocidades del nuevo orden tutelado por las organizaciones transnacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el foro de Davos y los gobiernos del G-7.

Que el Subcomandante Marcos, vocero y referente de este nuevo contexto [17], rescate la condición poética no sólo para la denuncia, sino también para la búsqueda y la construcción de una alternativa no hace más que confirmar lo insondable de este sentimiento, propio de la humana condición, y su capacidad para adaptarse a nuevos paradigmas, a tiempos que avanzan más rápido que nuestra posibilidad de reconocimiento.

Vendrán otros cambios, que serán cada vez más vertiginosos y desestabilizadores, pero siempre alguna voz se alzará para recordarnos lo que somos y lo que creemos ser, y que esa distancia es la mayor herida que la humanidad debe curar.

Esa es la voz del poeta.

“Y... si he escrito esta carta tan larga, ha sido porque no he tenido tiempo de hacerla más corta”. Pascal



Bibliografía:

· La recepción del género. Oscar Steimberg. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Lomas de Zamora. 1988.

· La República. Platón. Editorial Altaya. Madrid. 1993.

· Poética. Aristóteles. Editorial Gradifco. Buenos Aires. 2003.

· Para contribuir a la confusión general. Aldo Pellegrini. Editorial Leviatán. Buenos Aires. 1987.

· El lenguaje libertario. Antología del pensamiento anarquista contemporáneo. Christian Ferrer (compilador). Grupo Editorial Altamira. Buenos Aires. 1999.

· Una temporada en el infierno. Arthur Rimbaud. La biblioteca de cristal. Madrid. 1994.

· 100 Poemas. Charles Bukowski. Emptybeercan ediciones. Buenos Aires.

· Una vida de Diego Rivera. Patrick Marnham. Plaza Janés. Barcelona. 1999.

· Poesía completa. Cesar Vallejo. Editorial de arte y literatura. Casa de la Américas. La Habana. 1988.

· Lo mejor de Rolling Stone. Ediciones B. Barcelona. 1995.

· La poesía del rock. Marcelo Gobello. Editorial Planeta. Buenos Aires. 1996.

· Rockología. Eduardo Berti. Editora AC. Buenos Aires.1989.

· Bob Dylan. Alberto Manzano. Salvat Editores. Barcelona. 1991.

· Marcos, la genial impostura. Bertrand de la Grange y Maite Rico. Editorial Aguilar. México DF. 1998.

· La red. Juan Luis Cebrián. Editorial Taurus / The Club of Rome. Buenos Aires. 1998.

Referencias:

* Por Francisco L. Monzón. Licenciado en Periodismo de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.

[1] Con el paso del tiempo estos usos se van consolidando y dan paso a los géneros discursivos, que en palabras de Mijail Bajtín, son una institución relativamente estable, ligados a un contexto cultural que los transforma en “horizontes de expectativas” o “correas de transmisión” entre la historia de la sociedad y la historia de la lengua.

[2] Al desarrollar el concepto de mimesis y la clasificación de las “distintas especies de la poética” Aristóteles nos remite a estrictas reglas de producción, donde la estructura del relato es un requisito imprescindible para ser considera una obra de arte, por cuanto esta situación en si misma es contradictoria con el espíritu subversivo y libertario que reivindicamos para la condición poética, aun para las formas de su producción.

[3] En su trabajo “Poder, política y autonomía” Corrnelius Castoriadis distingue entre dos sociedades: una donde reina la heteronomía instituida, con roles pre-definidos, donde “las únicas vías de manifestación reparable de la psique singular son la transgresión y la patología. Sucede de manera distinta en aquellas sociedades donde la ruptura de la heteronomía completa permite una verdadera individualización del individuo, y donde la imaginación radical de la psique individual puede a la vez encontrar o crear los medios sociales de una expresión pública original y contribuir a la autoalteración del mundo social”. Demás esta apuntar que modelo es el que rige en occidente, aunque este dato no deja de ser, en el fondo, alentador: el impulso poético y libertario no esta ausente en la mayoría de los hombres, a lo sumo esta reprimido.

[4] La bibliografía es profusa en este sentido, pero mencionaremos como pertinentes las obras “Aparatos ideológicos del estado” de Louis Alrhusser, “Dialéctica del Iluminismo” de Marx Horkheimer y Theodor W. Adorno, “Vigilar y castigar” y “Microfísica del poder” de Michel Foucault, pero especialmente “El orden del discurso”, del mismo autor, donde se indaga sobre las variadas formas de acceso (es decir las prohibiciones y los tabúes) a la palabra y como se instaura la marginalidad de ciertos discursos (la locura y la delictivo).

[5] Desde la publicación de “Los heraldos negros” a los poemas que forman parte de “España, aparta de mí este Cáliz” se comprueba le evolución personal y artística de Vallejo que lo lleva de las ansias a la consagración literaria a la militancia en las filas del Partido Comunista, a igual que el mexicano Rivera. En nuestro medio, Rodolfo Walsh es una figura que se asemeja al recorrer un derrotero similar, aunque sin adscribir al comunismo.

[6] En la actualidad, nos apunta Aldo Pellegrini, el poder intenta domesticar a los poetas hasta volverlos inofensivos, “para que ofrezcan un producto falsificado o desnaturalizado que con el título de poesía reciba los honores oficiales, las prebendas. Así se logra un alimento sustituto de la pasión poética, que puede designarse con el nombre de poesía oficial y que es la negación total de la poesía”.

[7] Por una cuestión instrumental no abundaremos en este trabajo sobre la influencia del surrealismo en la poesía en particular, ni en el arte en general, pero sin dudas es un eslabón imprescindible para entender la tesis que aquí se propone. En palabras de Octavio Paz: “Fue fundamental la escuela de rebeldía que significó el surrealismo. El surrealismo fue una escuela y, más que una escuela, una poesía, una poética. (...) El reino de la poesía no es el reino de la vida diaria, pero tampoco es el reino de las ideas, de las especulaciones: es el reino, diríamos, de los singulares universales”.

[8] Como nos remarca Freud, reducir la muerte en lo real, en lo cotidiano, parece ser uno de los objetivos mas logrados en la psiquis humana. Para lograr este objetivo hay que reducirla lo más posible en el campo del lenguaje, “apagar” las palabras que la hacen presente para negarla mejor.

[9] Desde los poemas de Bob Dylan y Jim Morrison, pasando por Luis Alberto Spinetta, Joaquín Sabina y Luis Eduardo Aute en el mundo hispanoparlante, son numerosos los ejemplos al respecto.

[10] La industria del disco, y todos sus derivados, no escapan a los desarrollos teóricos desarrollados por la Escuela de Frankfurt al abordar la temática de la “industria cultural”.

[11] Es Kerouac el que introduce la palabra beat en la jerga de los iniciados de esta casta. A partir de su connotación, que remite a lo deprimido, lo rítmico y lo beatífico, será un sello que clasificaría desde ese momento los más diversos formatos artísticos (música, cine, plástica) amén de servir para definir, incluso, un estilo de vida, bohemio y libertario. On the road fue publicado en 1957.

[12] En Argentina este fenómeno cultural dio origen a experiencias comunitarias como la Cofradía de la Flor Solar (de la cual se desprenden parte de los fundadores de la banda Patricio Rey y los Rendoditos de Ricota) y el éxodo a localidades patagónicas, como El Bolsón, en la provincia de Río Negro. En EEUU un buen fresco del fenómeno lo expresa el film Easy Rider (Dennis Hopper, 1969).

[13] Es innegable la influencia que Dylan tuvo en, por ejemplo, The Beatles. En palabras de John Lennon: “Antes de escuchar a Dylan no se me hubiera ocurrido que una canción pudiera ser tan personal y emocionalmente abierta”.

[14] En la edición número 156 de la revista Rolling Stone del 14 de marzo de 1974 una foto suya enmarca la tapa junto al título “The Poet´s Poet”.

[15] “La sociedad de la información encierra en sí misma aquellas características que definen las circunstancias mediales: complejidad, interdependencia, imprevisión”. Extraído de: “La red”. Juan Luis Cebrián.

[16] “Conforme se van deteriorando los calendarios del Poder y las grandes corporaciones de los medios de comunicación titubean entre los ridículos y las tragedias que protagoniza y promueve la clase política mundial, abajo, en el gran y extendido basamento de la tambaleante Torre de Babel moderna, los movimientos no cesan y, aunque aún balbuceantes, empiezan a recuperar la palabra y su capacidad de espejo y cristal. Mientras arriba se decreta la política del desencuentro, en el sótano del mundo los otros se encuentran a sí mismos y al otro que, siendo diferente, es otro abajo. Como parte de esta reconstrucción de la palabra espejo y cristal, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional retomó diálogos con movimientos y organizaciones sociales y políticas en el mundo. Inicialmente, con hermanos y hermanas de México, Italia, Francia, Alemania, Suiza, el Estado Español, Argentina y la Unión Americana, se trata de ir construyendo una Agenda común de discusión.” Extraído de: “El mundo: siete pensamientos en mayo de 2003”. Subcomandante Insurgente Marcos. México, Mayo del 2003. Fuente: http://www.ezln.org/

[17] “Nuestras palabras no matan, pero pueden ser más letales que las bombas. A la palabra, no a las armas zapatistas, es a lo que le teme el gobierno”. Subcomandante Insurgente Marcos. Comunicado del 11 de mayo de 1995.

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