El denominado Plan Cóndor fue una coordinación represiva entre los servicios de inteligencia de las dictaduras que gobernaban países del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia) en coordinación con Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia con el fin de controlar, detener, torturar para obtener información y asesinar o desaparecer a los dirigentes y militantes que se refugiaban en países limítrofes escapando de las amenazas que sufrían en sus países de origen.
Se data su nacimiento en noviembre de 1975 durante una reunión entre el jefe de la dirección de inteligencia chilena y los líderes de la inteligencia militar argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Más de 40 años después, el guión se repite, esta vez sin la misma violencia, pero con las mismas pretensiones: combatir las ideas progresistas en la región, tal y como lo han afirmado importantes figuras que representan Gobiernos latinoamericanos.
La estrategia injerencista e intervencionista de EE.UU. en Latinoamérica, en las décadas de 1970 y 1980, se basaba en los golpes militares para derrocar gobiernos y conformar regímenes y dictaduras pro estadounidenses; un ejemplo de estas acciones fueron los derrocamientos de los gobiernos de Salvador Allende en Chile (1973), Isabel Perón en Argentina (1973) Y el golpe de Juan María Bordaberry en Uruguay (1973).
En julio del 2015, en la cumbre del bloque político y económico del Mercosur, se expresó la preocupación por la intensificación de la actividad de inteligencia de EE.UU. en América Latina, dirigida a organizar el derrocamiento de los presidentes democráticamente elegidos de la región.
Algunas de las estrategias detectadas para lograr tal fin son las siguientes:
-Modernización de los partidos de derecha a partir de un discurso "emotivo" y "modernizador".
-El constante ataque a la economía y los aparatos productivos de los países suramericanos y progresistas.
-Empleo de campañas mediáticas para criminalizar a los mandatarios progresistas y hundirlos políticamente.
-Violencia y narcotráfico.
-Criminalización de los movimientos de izquierda, corrupción y ataques al ambiente.
-ONG´s pro-democráticas o pro-transparencia .
-Golpes parlamentarios (Honduras 2009, Paraguay 2012 y Brasil 2016).
