17/8/08

EL FIN DEL PERIODISMO

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Los manifiestos están relacionados, habitualmente, con las disciplinas artísticas o distintas corrientes políticas. Comparto con ustedes esta declaración relacionada con los mass media y la actividad periodística.
Publicada originalmente en lavaca.org en el contexto de la invasión de EEUU a Irak, su actualidad continua vigente.

Los medios gráficos han analizado la caída estrepitosa de la CNN como si el derrumbe fuera causado por un misil inteligente, sin daños colaterales. Sin embargo, la guerra puso en evidencia la crisis del periodismo todo. Las nuevas formas de comunicación, así como las de resistencia, que hoy se han globalizado, han germinado en la Argentina. Y esa noticia la están escribiendo unos nuevos periodistas: esos que hasta hace poco llamábamos lectores.

Uno/
La primera víctima de esta guerra ha sido la televisión.
La segunda, el periodismo gráfico.
Y lo que estamos viendo ahora, en directo, es la caída del capitalismo mediático.
Así son las cosas en esta época de transformaciones: breves y contundentes.
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Dos/
El fin de esta historia tiene el tempo escénico de las Torres Gemelas.
Primero, se resquebraja una.
Y no sabemos ni qué pasa ni porqué.
Es el alerta. Lo que nos hace fijar la vista, hipnotizados.
Luego, otra.
Y confirmamos el impacto.
Eso que jamás imaginamos que iba a suceder está efectivamente ocurriendo.
Recién entonces, sobreviene el derrumbe, dejando a la vista no solo el espectáculo de la caída, sino también las tripas del gigante. Sus cimientos.
Así: uno, dos, tres.
Delante nuestro.
El solo hecho de verlo nos transforma.
En testigos y sobrevivientes.
En espectadores y protagonistas.
En víctimas y vengadores.
El nada por aquí se transforma entonces en todo por allá.
Cuando el pasado cae, el presente se impregna de rabia y magia.

Tres/
Crear no es lo mismo que hacer. Se puede hacer algo bueno o malo, democrático o autoritario, corrupto o transparente. Pero la creación no está relacionada con el uso, sino con el artefacto: una vez inventado, cualquiera puede hacer con él lo que le plazca. La única condición es que funcione. Y para que funcione el requisito también es uno solo: ser perfecto.
Crear es parir herramientas desconocidas hasta entonces, simples y eficaces
Argentina se ha convertido en una fábrica de herramientas políticas perfectas que en estos días comienzan a ser utilizadas globalmente. No han sido los partidos, ni las instituciones con determinadas identidades sociales (clases, oficios, sexos) ni los profesionales o intelectuales, sino quienes se han quedado a solas con su desesperación los verdaderos responsables de ampliar los horizontes, de crear opciones.
Desocupados, expulsados por salvajes privatizaciones.
Hijos de desaparecidos, privados de justicia por ley.
Vecinos, despojados de sus derechos civiles por el capitalismo global.
Ellos inventaron la tríada.
Piquete, escrache, cacerolazo.
Ahora ¿cómo se derramó por el mundo este maravilloso know how?
Esta semana, el piquete fue en la puerta del Rockefeller Center, de Nueva York.
Esta semana, el escrache sacudió las sedes de la CNN, en Los Angeles, Washington y San Francisco.
Esta semana, el cacerolazo sacudió a Barcelona.

Así: un, dos, tres.
Todo por aquí y por allá.
Con rabia y con magia.
Hubo tiempo en que suponíamos que la comunicación del planeta dependía de los monopolios informativos. Para explicar porque ya no es así podríamos analizar aquí la estrepitosa caída de la CNN como fuente informativa imperial, pero este es un tema que los medios gráficos han desarrollado hasta el hartazgo, como si el derrumbe fuera producto de un misil inteligente, sin daños colaterales.
La primera torre cayó y estamos todos mirando hacia allí, sorprendidos, mientras los periodistas especulan obviedades.
La segunda torre está cayendo. Lo vaticinó hace poco tiempo un experto en el Foro Social Mundial cuando aseguró: "Pronto los diarios serán folletos"
Nunca como hoy está frase describe la realidad de los más prestigiosos medios gráficos mundiales. Si miramos para arriba -tal como nos tienen acostumbrados- veremos en el portal español Ibnews un informe que describe lo siguiente:
"El Washington Post ha recibido un aluvión de cartas de lectores acusándolo de "patrioterismo" por respaldar la guerra en sus editoriales, mientras el New York Times publicó recientemente un artículo sobre los "halcones liberales" que vapuleaba a los manifestantes pacifistas, calificándolos de idiotas, que saturó de emails su web con críticas de sus lectores."
No fueron las únicas cartas que recibieron los diarios estadounidenses esta semana. Una nota suscripta por una larga lista de personalidades relacionadas con los medios, desde el escritor Gore Vidal hasta la canadiense Naomi Klein, pasando por los responsables de varias cátedras, como Edward S. Herman (profesor emérito de la Universidad de Pennsylvania) Robert Boynton(profesor de la New York University) Patricia Aufderheide (profesora de la American University) y Ben Bagdikian (responsable de la Escuela de Graduados de la Universidad de California y Berkeley), realizó un llamamiento a mantener lo que consideraban principios fundamentales del periodismo profesional, tales como consultar varias fuentes (y no solo contentarse con las oficiales), respetar la verdad (aún cuando esta no sea agradable) y entender el patriotismo como un compromiso con los derechos de la sociedad y no con los intereses de un gobierno.
Sin embargo, lo que ha dejado las tripas a la vista es el espectacular rol que ha tenido Internet en esta batalla. No es tan solo el cambio de una tecnología por otra lo verdaderamente novedoso, sino la transformación esencial que ha tenido el periodismo mismo como herramienta de comunicación de una sociedad.

Podríamos pensar, con la típica cabeza cuadrada de un editor de noticias promedio, que lo que ha cambiado es la moda.
Lo cual significa, entre otras cosas:
Desde el punto de vista del estilo: el informe CNN es obsoleto y sospechoso. El periodista frente a la cámara ya no es el vocero imperturbable. Debe sacudirse al ritmo de los conflictos.
Desde el punto de vista estético: el engominado Jorge Gestoso es menos creíble que el gordito de anteojos Michael Moore. Llegó el turno de los "imperfectos".
Desde el punto de vista ético: el discurso objetivo ya fue. El periodista sufre, extraña y tiene miedo. Los hechos adquieren ahora el tono de la confesión.
Pero la noticia es otra: no son las formas, sino los cimientos lo que esta guerra desmoronó.

Uno/ Sin dinero
Existe en Internet en este momento, un portal creado por un periodista llamado Chris Allbritton, ex reportero del New York Daily News y de la agencia de noticias Associated Press que desde su sitie www.back-to-iraq.com/ organizó una colecta para financiar una cobertura propia de la guerra. Allbriton se presenta diciendo:
"¡Hola allí! Gracias por detenerse. Soy Christopher Allbritton. Este verano fui al Kurdistán iraquí, la parte norteña de Irak, que está fuera del mando directo de Saddam, buscando historias. (Algunos podrían decir "buscando problema".) Bien, ahora yo quiero escribir sobre la guerra. ¡Por eso le estoy pidiendo su ayuda como un apoyo al periodismo independiente! Envíeme a Irak a informarle lo que está pasando".
Allbriton ya reunió, gracias a la colecta, 10.328,21 dólares que le permitieron, entre otras cosas, comenzar su periplo rumbo a Bagdag, comprarse una campera nueva (ya que no previó el frio del desierto) y escribir algunas crónicas en las cuales entrevista a personas que transmiten al norteamericano promedio una visión a escala humana de la confrontación. Por ejemplo, en su paso por Turquía, describió así su charla de café con un maestro turco:
"Aykut me dijo que si salgo y le pregunto a las personas de la calle, la mayoría me dirá que fue Estados Unidos el que cometió el atentado del 11 de septiembre para poder perseguir a Saddam (Interesante: casi la mitad de los norteamericanos-45 por ciento-cree que Saddam está personalmente detrás del atentado del 11 de setiembre.) Turquía también está sacudida por un sentimiento anti-Bush. A los turcos les gustan los norteamericanos y, a veces, Norteamérica también. Pero más de 90 por ciento se opone a esta guerra y un porcentaje similar aborrece absolutamente de George W. Bush. Aykut admitió tímidamente que él espera que la guerra termine mal, para que Bush pierda sus chances de reelección en el 2004. Pero se sintió peor cuando le recordé cuántos iraquíes y norteamericanos debían morir para que ese fuese el resultado".
Recuerden esta frase: "Enviénme a Irak para informarle".
Es el abracadabra mediante el cual el lector se transforma en Ted Tunner.
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Dos/ Sin dueño
Existe en Internet, en este momento, un portal que lleva el nombre propio del veterano periodista de guerra http://www.robert-fisk.com, cuyas crónicas son publicadas también por el diario inglés The independent, donde el pasado 23 de marzo pudo leerse, como informe de lo ocurrido ese día, lo siguiente:
" Primero se nos dijo, por cortesía de la BBC, que Um Qasr, el pequeño puerto del Golfo, había "caído". Por qué las ciudades deben "caer" en la BBC es un misterio para mí; la frase viene de la Edad Media, cuando las murallas de las ciudades literalmente se venían abajo durante los sitios. Luego se nos dice, una vez más en la BBC, que Nasariya había sido capturada. Después su corresponsal "incrustado" nos informó -y aquí se despertaron mis sospechas de periodista- que había sido "asegurada". Los reporteros "incrustados" son los que viajan con las fuerzas estadounidenses o británicas, y están sujetos a una censura destinada a confundir a los escuchas de la BBC no sólo en Gran Bretaña, sino en todo el mundo.
Por qué la BBC debe utilizar esa expresión meretriz castrense de "asegurada" también es un misterio para mí. "Asegurada" pretende sonar como "capturada". Pero casi invariablemente significa, en la especie de jerga que han adoptado los reporteros "incrustados", que una ciudad ha sido pasada de largo o medio rodeada o, cuando mucho, que el ejército invasor ha logrado apenas entrar en sus suburbios. Y, claro, a la vuelta de 24 horas la ciudad musulmana chiíta que se levanta al oeste de la confluencia de los ríos Eufrates y Tigris resultó estar bastante poco "asegurada"; de hecho nadie había penetrado en ella en forma alguna, porque al menos 500 soldados iraquíes, apoyados por tanques, seguían combatiendo allí. "
Fisk es así de didáctico e incisivo. Ya lo había demostrado en una conferencia que brindó ante miles de estudiantes en Montreal, cuando les advirtió, luego del atentado a los Torres Gemelas: "Surco el planeta desde hace más de 25 años como periodista, y los atentados del 11 de septiembre no han cambiado el mundo. Lo que ha cambiado, es la abdicación de los medios ante el poder, el abandono del espíritu crítico, la hegemonía del discurso oficial sobre los titulares, la narrativa dócil que pasa ahora por periodismo en los medios occidentales. Los grandes periódicos están repletos día a día de largos artículos citando a funcionarios anónimos. Es la complacencia hacia la desinformación. Deberían fusionarlos en un gran diario mundial, intitulado: "Los funcionarios dicen". El detalle es que esa conferencia tuvo que llevarse a cabo en el campus de la universidad, ya que las autoridades académicas le habían prohibido a Fisk realizar cualquier referencia a Oriente Medio en su conferencia.
Desde entonces y como esa noche, la popularidad de Fisk no hizo más que aumentar.
Esta semana, sus crónicas, desde Bagdag, han sido reproducidas en todos los portales informativos independientes, traducidas rápidamente por manos anónimas a todos los idiomas y enviadas por email a listas de correo que circulan de ida y vuelta. Lo que Fiks ha logrado es aquello que han perdido todos los demás: credibilidad.
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Tres/ Sin periodistas
Existe en Internet, en este momento, un portal llamado Indymedia (www.indymedia.org) administrado por un colectivo que garantiza la cobertura de temas relacionados con la resistencia global y con miles de noticias que no son elaboradas por una redacción estable, sino por cualquiera que desee publicar allí su mensaje. Indymedia nació al calor de la primera protesta de la resistencia global, en Seattle y desde entonces no ha hecho más que crecer y multiplicarse. La propuesta es sencilla: cualquier puede editar allí su noticia, gracias a un sistema que no ha hecho más que compartir con el público el hadware que utiliza cualquier página web para "subir" sus artículos a Internet. Solo con eso, ya han logrado transformarse en el medio de comunicación más consultado por los movimientos de resistencia global, compuesto en su mayoría por jóvenes que están familiarizados con la lectura digital. La versión española de Indymedia tiene un original funcionamiento. Los "lectores" pueden calificar una información con un puntaje que, cuanto más suma, garantiza la mejor visibilidad y permanencia de esa noticia. Esta semana, con motivo de las protestas antibélicas, Indymedia Madrid resumió así la cobertura realizada:
"Pese a la enorme improvisación y la modestia de los medios con que contábamos, la cooperación hacker consiguió algo que antes no se había conseguido en Madrid: un centro de medios abierto, autogestionado y eficaz, basado exclusivamente en herramientas libres, que cubrió recepción de TV por satélite, conexión a Internet, un diario en papel que se distribuyó en la manifestación, un sistema de recepción de llamadas de teléfono y una radio libre. Nos faltó emitir TV, pero faltó poco. Pero eso será otro día, esperemos que no otra guerra ."
Lo que sorprende de esta noticia es la noticia misma: Indymedia argentina ya va por su segundo diario papel y emite por radio desde diciembre. Uno de los miembros de este colectivo escribió esta semana su visión de esta guerra, de la siguiente manera: "Ahora que la guerra ha comenzado, y que nos ha puesto a nosotros en el medio, es tiempo de acción. (...) Y es una guerra que no podemos pelear solos. Una guerra de la comunicación, una guerra contra un enemigo que tiene infinitas veces los recursos que nosotros tenemos, es una guerra que necesita miles de manos dispuestas a ayudar. Queremos romper la lógica del informador-informado. Y quizás por eso sea también la hora de hacer realidad la consigna que repetimos todo el tiempo; "cada persona es un corresponsal" que no significa otra cosa más que lo que dice; necesitamos de todos y cada uno de ustedes para mantener en pie al ejército de la comunicación alternativa".
Podríamos detenernos a analizar, también, cómo estas nuevas formas han cambiado el lenguaje de la crónica periodística. A dónde fue a parar, en medio de los escombros, la pirámide que -según nos enseñaron- construía toda noticia. Qué es una fuente confiable, qué un trascendido, qué una primicia.

Me limito a reproducir una: el futuro llegó.
Comenzó aquí mismo, en la Argentina.
Me enteré leyendo lo que escriben unos nuevos periodistas. Esos que antes llamábamos lectores.

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