Trabajo presentado en las VIII Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación, realizadas del 16 al 18 septiembre de 2004, en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
Para citar este texto:
Monzón, Francisco (2004) La comunicación alternativa en el siglo XXI. Códigos Binarios. http://codigosbinarios.blogspot.com/2008/08/la-comunicacin-alternativa-en-el-siglo.html
LA COMUNICACIÓN ALTERNATIVA EN EL SIGLO XXI
"Hoy, después de tantas victorias capitalistas, después de tantas esperanzas socialistas marchitadas en la desilusión y después de que la violencia capitalista contra los trabajadores se consolidó con el nombre de ultraliberalismo, ¿por qué surgen todavía estos casos de militancia? ¿Por qué se han profundizado las resistencias? ¿Por qué renace continuamente la lucha con renovado vigor? Deberíamos aclarar inmediatamente que esta nueva militancia no repite meramente las fórmulas de organización de la antigua clase obrera revolucionaria. Hoy, el militante no puede pretender ser un representante, ni siquiera de las necesidades humanas fundamentales de los explotados. Por el contrario, hoy la militancia política revolucionaria debe redescubrir la forma que siempre le fue propia: no la actividad representativa, sino la actividad constituyente. La militancia de hoy es una actividad positiva, constructiva e innovadora".
En el presente trabajo se da cuenta de:
- los principales abordajes teóricos sobre la CA;
- las corrientes de pensamiento que influyeron en su desarrollo;
- algunos casos puntuales de la historia reciente de nuestro país;
- el escenario mediático que sucede a la crisis institucional de diciembre de 2001 y cómo influye en una nueva lectura de la CA.
EN BUSCA DE UNA DEFINICIÓN DE LO ALTERNATIVO
Por último presenta una serie de propuestas para una orientación socialista de los medios:
- eliminar el aislamiento en el proceso social de aprendizaje y producción;
- auto-organización de los individuos: la producción que tiene por objeto los intereses de los productores tiene que contar con su participación;
- perder el temor a la idea del “consumo”: existen muchas más demandas que las básicas, que son completamente reales y legítimas (el socialismo debería hacerlas políticamente productivas).
No alcanza, en síntesis, con instaurar la reversibilidad la clave está en la reciprocidad.
- como oposición a los medios tradicionales;
- como opción frente al discurso dominante;
- como resistencia cultural de las culturas originarias.
- la CA como herramienta de la educación concientizadora o educación popular;
- autogeneración de mensajes como signo distintivo;
- decodificación grupal crítica;
- replanteo del papel del estado en la promoción de opciones;
- la CA como sinónimo de contrainformación.
El autor agrupa en dos grandes líneas las experiencias que abordaron las distintas corrientes de estudio:
Por último, Marcelino Bisbal, miembro del Equipo Comunicación de Venezuela, nos dice:
“La comunicación alternativa:
1- Es un movimiento, no un sistema.
2- Trata de ir rompiendo el consenso manipulado, que hace posible de hecho la vigencia de una opresión comunicacional generalizada.
3- Trata de fomentar la iniciativa emisora de quienes hoy no tienen voz.
4- Trata de poner en marcha un proceso de comunicación horizontal y participativo, en el que emisores y receptores puedan intercambiar permanentemente sus papeles.
5- Trata, más allá de le estrictamente comunicacional, de inaugurar nuevas formas de relación social.
6- Trata de convertir a la sociedad en una escuela de receptores críticos.
7- Trata de que se vaya imponiendo una nueva concepción de ¨objetividad¨ informativa, desde la óptica de los grupos sociales dominados.
8- Trata de subvertir el lenguaje dominante. Así mismo, trata de desatar una ¨contracultura¨ emergente.
9- Trata de diversificar o descentralizar los medios o canales de comunicación, adecuando la propiedad y la gestión de los mismos a una comunicación verdaderamente democrática.
10- Trata de articular orgánicamente el proceso de una nueva comunicación al proceso de cambio hacia una nueva sociedad”. [3]
PRINCIPALES CORRIENTES DE PENSAMIENTO
El orden en la exposición de las siguientes teorías no implica una valoración en sí, ya que estas ideas confluyen de manera congruente, siendo muy difícil demarcar el límite entre una y otra, o determinar preponderancias. [4]
- Teología de la liberación: que tiene su génesis formal en la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano desarrollada en Medellín, Colombia, en 1968, aunque es consecuencia de los profundos cambios introducidos por el Segundo Concilio Vaticano que finalizó en 1965. Las principales modificaciones son de forma (se abandona el latín a la hora de la misa y el sacerdote celebra la misma de cara a los creyentes y no de espaldas, como antes) y de fondo (aparece la figura de la “opción por los pobres”). Tensiones entre la interpretación de la base orgánica y la jerarquía de la Iglesia respectos a estos cambios originaron movimientos revolucionarios que optaron por la vía armada para revertir las condiciones estructurales de la dominación a la que eran sometidos los sectores populares.
- Pedagogía de Paulo Freire: conocida universalmente como educación popular, da sus primeros pasos en la década del 60 en el norte de Brasil. A la tarea alfabetizadora que la Iglesia Católica venía desarrollando en todo el continente latinoamericano le suma la toma de conciencia política, generando el movimiento de las radios populares. El método se basa en la posibilidad de redescubrir el mundo a partir de incorporar la lecto-escritura, tomando conciencia de la dignidad personal, revirtiendo el sentimiento de inferioridad que caracteriza a los sectores populares y comprometiendo el desarrollo individual, en todos los planos, con la liberación del conjunto, de los pares. Como sostiene Ernani María Fiori en la introducción de uno de los libros de Freire: “En un régimen de dominación de conciencias, en los que más trabajan menos pueden decir su palabra, y en que inmensas multitudes ni siquiera tienen condiciones para trabajar, los dominadores mantienen el monopolio de la palabra, con que mistifican, masifican y dominan. En esta situación, los dominados, para decir su palabra, tienen que luchar para tomarla. Aprender a tomarla de los que la retienen y niegan a los demás, es un difícil pero imprescindible aprendizaje: es la pedagogía del oprimido”. [5]
- Teoría de la dependencia: desarrollada principalmente por Fernando Henrique Cardoso, se enfrenta al pensamiento desarrollista, ya que sostiene que la dominación de los países centrales impide el desarrollo autónomo de los países latinoamericanos. Al trasladar esta premisa al campo cultural se desarrolla el concepto de imperialismo cultural para señalar como las sociedades de nuestros países, la periferia, eran influenciadas por el american way life que difundía la industria cultural transnacional.
- Teoría de Althusser: el andamiaje teórico aportado en "Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado" a partir de su publicación en Santiago, Chile, en 1971, abre una nueva etapa en la forma de abordar la problemática de los medios. Básicamente el autor sostiene que la reproducción de las condiciones de producción es indispensable para el funcionamiento del sistema capitalista tanto como la reproducción de su ideología, para lo cual despliega una serie de aparatos (instituciones distintas y diferenciadas, de una estructura homogénea, que no puede ser penetrada): religioso, escolar, familiar, jurídico, político, sindical, cultural y de información.
- Teoría de la vanguardia: desarrollada por Lenin, sostiene la capacidad de un grupo con conciencia de las relaciones de dominación y explotación para colaborar con la autoconciencia de las masas. En general se trata de grupos pequeños con capacidad de movilización y propaganda, que se desarrollan a partir de la profesionalización política y donde la prensa tiene un papel fundamental, no solo como canal para la difusión de información o contrainformación sino como eje estructurante de la organización política que está abocada a la distribución de los ejemplares y a la producción del material a publicar mediante un sistema de corresponsalías lo más extendido posible.
- Teoría Marxista: en general es la base de la mayoría de las prácticas de CA en América Latina, ya que comparten los postulados constitutivos, como, por ejemplo, el combate contra la desigualdad, la búsqueda de un mundo mejor y una sociedad más justa. Revertir las condiciones estructurales de desigualdad es un objetivo afín a todas las teorías que hasta aquí abordamos.
- Teoría de los movimientos sociales: tiene su eje en el accionar de colectivos que, al margen de los partidos políticos tradicionales, comienzan a reivindicar derechos, sectoriales o generales, de la mano de movilizaciones y campañas de difusión. Estos nuevos actores (jóvenes, mujeres, desocupados, inmigrantes, etc.) no desafían la lógica del poder, no hay una actitud revolucionaria en sus planteos, buscan en cambio respuestas puntuales, generalmente en las estructuras estatales. No hay lucha por el poder, sino por modificar algo puntual de la esfera social de pertenencia. Estos movimientos se pueden englobar en las siguientes categoría: Industrialización y condición obrera; Calidad de vida y consumo colectivo; Tierra, mercado y etnicidad; Guerra y política; Libertad, género, religión y democracia. [6]
SUCESOS ARGENTINOS
Los editores responsables de la publicación eran Raimundo Ongaro y Ricardo De Luca, mientras que Rodolfo Walsh estuvo a cargo de la dirección.
- Permitir la participación popular en el proceso comunicacional, transformando a los militantes en fuente y en retransmisores de la información, con la intención de informar a los que informan (periodistas) como manera de romper el bloqueo informativo;
- Transformarse en un instrumento de acción psicológica contra el poder político y económico, denunciando las violaciones a los derechos humanos y la reestructuración del sistema productivo.
- Llamar a la resistencia contra la dictadura y agudizar las contradicciones del poder, haciendo públicas las internas que en su seno se jugaban.
- Realizar una lectura crítica del mensaje de los medios masivos, con el objetivo de hacer explícitos sus intereses y alianzas de poder, contrarrestar sus argumentos editoriales y buscar las grietas discursivas por las cuales se pueda llegar al público masivo.
- Realizar un trabajo conjunto con los movimientos sociales, sobre la base de romper el aislamiento político a partir del cerco informativo, con el fin de ligar la práctica de la CA no solo a tareas de difusión y contrainformación, sino también a la planificación de la seguridad y la integridad física y jurídica de los militantes sociales, así como a la articulación de todas las organizaciones de resistencia.
- Crisis de mediación entre el acontecimiento y los receptores: los medios masivos son vistos como un socio más del poder fáctico, es decir las instituciones que, más allá de las formalidades, toman las decisiones de fondo. [18] El nuevo paradigma reza que la construcción de la verdad es colectiva, ya que cada sujeto es dueño de una verdad, una versión de lo acontecido, por lo cual se desecha el rol de objetos de la Historia que distintas teorías le quieren asignar. Se llega a esta situación no por devaneos intelectuales ni desarrollos académicos, sino por necesidad: los medios masivos articulan su programación y contenidos en función de la capacidad de consumo de los receptores, por lo cual la inmensa mayoría de los sectores populares sienten que no le hablan a ellos. Una nueva subjetividad se forja en este contexto.
- Impacto de las nuevas tecnologías: así como el acceso a los bienes simbólicos y la exclusión de los bienes económicos planteados en el punto anterior se hacen insostenibles en el marco de una sociedad democrática, el impacto de los nuevos soportes informáticos parecieran reforzar la consolidación de la democracia ya que permiten concretar experiencias basadas en sus postulados, pero difíciles de materializar en estadios anteriores del desarrollo tecnológico. Las posibilidades que abre el espacio web [19], donde la horizontalidad como concepto es el eje de casi todas las experiencias de CA, se pueden apuntar en este sentido, aunque el acceso a las tecnologías siga siendo el principal problema a enfrentar. [20]
BIBLIOGRAFIA
NOTAS
[3] Citado por Fuentes Navarro, Raúl. (1992) Un campo cargado de futuro: el estudio de la comunicación en América Latina. CONEICC. México.
[4] Esta categorización es realizada por Rodriguez Esperón, Carlos. (2000) Breve introducción a la comunicación alternativa. Mimeo. Buenos Aires.
[5] Freire, Paulo. (2002) Pedagogía del oprimido. Siglo XXI. Buenos Aires.
[6] Peppino Barele, Ana María. (1999) Radio educativa, popular y comunitaria en América Latina. Plaza y Valdés. México. Citado en Carlos Rodriguez Esperón. Op. cit.
[7] Semanario CGT de los Argentinos. (1997) Editorial La Página y UNQUI. Buenos Aires.
[9] Bajo una concepción nacionalista, popular y antiimperialista la CGT de los Argentinos orientaba su política con el objetivo final de la “Revolución Nacional”, en un contexto histórico donde la democracia como sistema social no era, todavía, un bien en sí mismo. El 6 de marzo de 1969, en el nº 40 del semanario se publica un artículo titulado “Córdoba: el peronismo en la lucha”, donde se puede leer: “El plenario Nacional del Peronismo considera que es fundamental organizarse para la toma del poder, ya que es imposible la coexistencia pacífica entre las clases oprimidas y opresoras, conscientes de nuestra responsabilidad histórica y de que la toma del poder no significa de manera alguna sustituir un hombre por otro sino un sistema por otro sistema”.
[10] Informe número 1, diciembre de 1976, de Cadena Informativa. Compilado por Verbitsky, Horacio (1985) Rodolfo Walsh y la prensa clandestina. Ediciones De la Urraca. Buenos Aires. Citado en Vinelli, Natalia (2002).
[11] Ramonet asocia el contexto de mundialización liberal con un cambio en la filosofía de los medios como contrapoder de las instituciones. “Es en este marco geoeconómico donde se ha producido una metamorfosis decisiva en el campo de los medios de comunicación masiva, en el corazón mismo de su textura industrial.
Los medios masivos de comunicación (emisoras de radio, prensa escrita, canales de televisión, internet) tienden cada vez más a agruparse en el seno de inmensas estructuras para conformar grupos mediáticos con vocación mundial. (...) Desde entonces, las empresas mediáticas se ven tentadas de conformar "grupos" para reunir en su seno a todos los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio, televisión), pero además a todas las actividades de lo que podríamos denominar los sectores de la cultura de masas, de la comunicación y la información. Estas tres esferas antes eran autónomas: por un lado, la cultura de masas con su lógica comercial, sus creaciones populares, sus objetivos esencialmente mercantiles; por el otro, la comunicación, en el sentido publicitario, el marketing, la propaganda, la retórica de la persuasión; y finalmente, la información con sus agencias de noticias, los boletines de radio o televisión, la prensa, los canales de información continua, en suma, el universo de todos los periodismos.
Estas tres esferas, antes tan diferentes, se imbricaron poco a poco para constituir una sola y única esfera ciclópea en cuyo seno resulta cada vez más difícil distinguir las actividades concernientes a la cultura de masas, la comunicación o la información”. Ramonet, Ignacio (Octubre de 2003). El quinto poder. Le Monde Diplomatique, edición española.
[13] Es un lugar común en el anecdotario de varias agencias alternativas que medios argentinos hayan publicado alguno de sus cables dando cuenta de la repercusión internacional que tuvieron al ser levantados por publicaciones del exterior, como el El País, de España, o La Jornada, en México.
[14] Las primeras experiencias en este sentido fueron las coberturas conjuntas entre Indymedia y ANRed en el quinto mes aniversario de la masacre del puente Pueyrredón (noviembre de 2002) y en el primer aniversario de la rebelión-cacerolazo del 19 y 20 de diciembre de 2001. En la actualidad el ejemplo más destacable es el denominado “Taller de Contrainformación”, que tiene por objetivo la cobertura de actividades puntuales, de duración definida y propósitos específicos: contar mediante crónicas o reportajes lo que acontece. No hay notas de opinión, ni firmas en las notas, ya que se trata de una instancia de producción colectiva. Otra distinción importante, para contraponer la lógica mercantilista de los medios masivos, es el carácter del trabajo: no es gratuito, sino solidario. Los logros obtenidos en las distintas ediciones pasan por la posibilidad de difundir información el mismo día en que se producen los hechos utilizando una red alternativa, que en cada nueva edición del taller es más importante. Por otro lado se ha logrado que varios medios comerciales se hagan eco de las actividades, aunque este no sea el objetivo principal, que según sus organizadores pasa por “el fortalecimiento de los medios sociales de comunicación”.
[15] El colectivo de CA lavaca.org logró luego de meses de colaboración en un taller que el Movimiento de Trabajadores Desocupados de Solano realizaran su propia página web. Esta experiencia es un claro ejemplo en este sentido. ww.solano.mtd.org.ar.
[16] Las tomas obtenidas por el fotógrafo independiente Sergio Kowalewski y por Pepe Mateos, fotógrafo del diario Clarín, el 26 de Junio de 2002 en la Estación Avellaneda sirvieron para contrarrestar la versión oficial que hablaba de un enfrentamiento entre facciones de piqueteros y demostrar la responsabilidad policial en las muertes de Maximiliano Kostecki y Darío Santillan.
[17] Taller Prensa y Seguridad. Ficha nº 3. RedAcción (Agencia de Noticias ANRED). Mimeo. Agosto de 2003.
[18] Entre las teorías clásicas de la prensa encontramos a la teoría autoritaria que pretende explicar la verdad como un producto ajeno a las mayorías, “sino el de unos pocos hombres sabios que se encontraban en posición de guiar y conducir a sus semejantes. Así, se pensaba que la verdad estaba radicada cerca del centro de poder. La prensa, por lo tanto, funcionaba desde arriba hacia abajo. Los gobernantes de la época empleaban la prensa para informar a la gente acerca de lo que los gobernantes pensaban que la gente debía apoyar. (...) La edición era de ese modo una especie de acuerdo entre la fuente de poder y el editor, en el cual la primera concedía un derecho de monopolio y el segundo prestaba su apoyo. (...) Resulta obvio destacar que este concepto de la prensa eliminaba lo que en nuestra época ha llegado a ser una de las funciones más comunes de la prensa: controlar al gobierno”. Siebert, Fred y Peterson, Theodore (1967).
La descripción, que con salvedades encaja perfectamente a relación entre medios y poder político de nuestros días, corresponde al clima autoritario de fines del Renacimiento, es decir el siglo XVI, y hasta entrado el siglo XVIII.
[19] A la destrucción de los media que postulaba Braudillar como salida, el espacio web parece aportar una opción al sumar los formatos anteriores, audio, voz y texto, sobre una plataforma que permite el libre tránsito y la multiplicidad de puntos de entrada y salida.
[20] A igual que en otros formatos, el de la web también plantea el problema de romper con los códigos estandarizados de producción para transmitir, también desde los contenidos y la estética, la riqueza y los matices de las experiencias que las organizaciones han ido acumulando a lo largo de estos años. Quien conozca de cerca la experiencia de los movimientos piqueteros seguramente notará como un déficit el contenido de las páginas web que quieren reflejar su existencia: no hay un puente entre la cotidianeidad y le debate de estos movimientos, innovadores en distintos planos, y con la reproducción acrítica de modos de producción ajenos a la lógica de la propia organización.
[21] En El fin del periodismo. www.lavaca.org.
No hay comentarios:
Publicar un comentario