10/5/09

EL MERCADO LINGUISTICO

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Pierre Bourdieu es uno de los pensadores más importantes del siglo XX y si bien su obra es extensa podemos sintetizar sus aportes más significativos a partir de su capacidad para captar y denunciar las hipocresías sociales.

La teoría de Bourdieu sobre la sociedad es conocida como la "sociología del conflicto" y se basa en las desigualdades sociales, en donde una categoría de personas ejercen su Dominación sobre otras. Para esta sociología las estructuras sociales no hacen que las sociedades funcionen como un todo orgánico, sino por el contrario lo que hacen es perpetuar una distribución desigual de los recursos económicos y políticos entre la población. Las relaciones sociales se desarrollan en un ámbito que Bourdieu denomina "campo".
El "campo" es el contexto en el cual las clases dominantes y subordinadas confrontan, y de ese choque saldrá la legitimación social en la forma de "capital simbólico": valora como capital no sólo el acumulable en forma de moneda, infraestructuras y bienes materiales intercambiables.
Si sólo se considera capital al dinero, no pueden ser explicados los comportamientos aparentemente altruistas de los agentes que se mueven por el "campo". Bourdieu señala que las prácticas de noble corazón, se asientan también en una base interesada, crematística, económica, que permite al agente la acumulación de un capital que tiene que ser denominado de otra forma, y que es acumulado por el jugador de muchas maneras: como capital simbólico, en forma de honor, honradez, solvencia, competencia, generosidad, entrega más allá de toda sospecha; como capital cultural interiorizado o incorporado, que es el que se adquiere en el seno de una familia (clase alta), o de una circunstancia concreta (una institución prestigiosa); como capital cultural objetivado, que es el visible en la acumulación de objetos extraordinarios, obras de arte que muestran el gusto distinguido del agente; como capital cultural institucionalizado, cuya forma más evidente la constituyen los títulos y diplomas; como capital social, conseguido a través de la red de relaciones que establece el agente por el campo. Todos esos capitales, son transformables en capital económico, y viceversa. Son capitales que manifiestan su efectividad bajo la condición del disimulo, del fingimiento en la creencia de su no cualidad económica.

El "mercado lingüístico"
Entendemos por capital lingüístico, el dominio de un cierto tipo de lenguaje y la maestría con una determinada relación con el lenguaje oral. El capital lingüístico genera ganancias lingüísticas (para que funcione como capital) en donde las competencias lingüísticas tienen un valor.
Para generar ese valor las competencias lingüísticas deben tener mercado (por eso el latín ya no lo tiene) en donde, quien tiene mayor capital, tiene el poder sobre los precios lingüísticos y en donde existen monopolios y fuerzas objetivas que hacen que productores y productos no tengan igualdad competitiva. El control de los precios en este mercado lo ejercen quienes tienen capital acumulado, de tal modo que puede hacer trabajar el capital de los otros a su favor para sacar plusvalía.
Un ejemplo concreto del funcionamiento del capital cultural lo encontramos en el rendimiento escolar a partir del lenguaje utilizado por los estudiantes. Bourdieu nos dice que los profesores siempre tienen en cuenta el lenguaje que utilizan sus alumnos; que el lenguaje utilizado en la universidad está más o menos alejado del que es familiar (el lenguaje materno) a los estudiantes provenientes de distintas clases sociales, por lo que su rendimiento está influido por su mayor o menor dominio del código de la lengua universitaria. Por tanto, el capital lingüístico de un individuo tiene mayor o menor valor en el mercado escolar según la distancia entre el dominio simbólico que exige la escuela y el dominio práctico del lenguaje que el estudiante debe a su primera educación de clase. En definitiva, que el lenguaje escolar es una de las mediaciones más ocultas por las que se establece una relación entre el origen social y el éxito escolar.
El trabajo del docente es transmitir los contenidos curriculares impuestos por la clase dominante, como algo normal, disimulando la fuerza de esa imposición.Como consecuencia de esto la acción pedagógica garantiza la interiorización del fracaso escolar del individuo como fracaso estrictamente personal.
La imposición arbitraria de la Cultura se realiza a través de acciones pedagógicas (AP) que en sí representan un claro ejemplo de violencia simbólica, o sea, como aquel poder que logra imponer significaciones e imponerlas como legítimas disimulando las relaciones de fuerza en las que se funda. De esto se desprende que la Imposición Cultural se realiza sutilmente el dominado no la percibe así, sino como una cultura objetiva que debe esforzarse para lograrla.Lo que se produce en el individuo cuando interioriza los principios de esa arbitrariedad cultural son “habitus”, prácticas habituales intelectuales, morales y laborales.El trabajo pedagógico debe contribuir a la integración de grupos y clases sociales, tratando de conformar un “habitus común legitimado por la sociedad.
Está pedagogía de la familiarización es tan importante, que cuando se dice que alguien es "bien educado o mal educado”, significa que posee las maneras y los estilos adecuados para una sociedad, o legitimado por la clase social que tiene el poder. Los principales obstáculos que encuentran los estudiantes de clase baja (desigualdad social), en su trayectoria escolar, son más de tipo cultural que económico. Los contenidos y prácticas educativas, no son neutros, sino el resultado de la dominación de unas clases sobre las otras que se expresa a través de la imposición cultural. La clase social no es definida solamente por el lugar que ocupan los individuos en las relaciones de producción sino además por otros indicadores tales como profesión, ingresos, nivel de instrucción, costumbres, modos de vida, estilos de vida.
Las clases sociales se diferencian por estilos de vida distintos y distintivos, que viven de forma diferente los individuos de una clase social u otra. Una de las grandes diferencias que acompañan a la desigualdad social es el marcado contraste en el capital cultural de sus integrantes.El "capital cultural" incluye cultura general, habilidades y saberes específicos y, sobre todo capital lingüístico.

A continuación comparto con Uds. la exposición de Pierre Bourdieu en la Universidad de Ginebra, en diciembre de 1978, en la que desarrolla el concepto de "mercado lingüístico", donde participan productores de un discurso, y receptores capaces de darle un precio. De eso se derivan situaciones como la "unificación del mercado lingüístico" y las "relaciones de dominación lingüística".
Para ver la versión en PDF click
aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Increible el Señor Bourdie..Un abrazo..felicitaciones por el blog..