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Howard Rheingold es un crítico social reconocido como uno de los especialistas más importantes en el campo del impacto social de la tecnología y su influencia en la comunicación y la política.
En el libro "Multitudes inteligentes. La próxima revolución social." introduce, entre otros aportes, el concepto "multitudes inteligentes" para describir a los grupos que se organizan espontáneamente a través de internet y de dispositivos móviles de comunicación con fines que puede ser completamente lúdicos o con una fuerte carga política. Se diferencia del “marketing vivo” en que los participantes no son actores representando una situación, sino que son personas reales que interactúan libremente con un fin común.
Los políticos y los profesionales de la publicidad y las relaciones públicas se plantean si es posible utilizar las multitudes inteligentes para conseguir algún objetivo determinado, como puede ser el lanzamiento o la revitalización de un producto o la movilización social con fines propagandísticos.
En otra publicación de gran éxito, “La comunidad virtual: una sociedad sin fronteras." Rheingold se planteaba hace más de diez años la capacidad potencial del ciberespacio para fomentar las libertades políticas y la democracia directa. A partir del marco histórico dado por las políticas que los gobiernos de todas las épocas y latitudes llevaron adelante para apoderarse de los medios de comunicación que iban surgiendo, el autor nos advierte del peligro que representa un control total de la sociedad. Un nuevo tipo de red social se está extendiendo en los últimos tiempos dentro del espacio virtual al que podemos acceder desde una computadora e inclusive desde un teléfono móvil.
El autor describe desde su propia experiencia y participación el funcionamiento de una serie de grupos, asociaciones y familias cibernéticas. La comunidad virtual, dice Rheingold, es como un ecosistema de subculturas y grupos espontáneamente constituidos que se podrían comparar con cultivos de microorganismos que crecen en un laboratorio y donde cada uno es como un experimento social que nadie planificó y que sin embargo se produce. La comunicación inmediata, por ejemplo, con personas de otros países y culturas puede tener un potencial de constante rectificación de las construcciones mentales de la opinión pública y de las versiones oficiales de la información en todos los ámbitos. Se está avecinando una sociedad universal en un fluido intercambio de ideas y proyectos, de consejos y apoyos en dificultades emocionales o donde las personas más alejadas simplemente se divierten juntas.
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En el libro "Multitudes inteligentes. La próxima revolución social." introduce, entre otros aportes, el concepto "multitudes inteligentes" para describir a los grupos que se organizan espontáneamente a través de internet y de dispositivos móviles de comunicación con fines que puede ser completamente lúdicos o con una fuerte carga política. Se diferencia del “marketing vivo” en que los participantes no son actores representando una situación, sino que son personas reales que interactúan libremente con un fin común.
Los políticos y los profesionales de la publicidad y las relaciones públicas se plantean si es posible utilizar las multitudes inteligentes para conseguir algún objetivo determinado, como puede ser el lanzamiento o la revitalización de un producto o la movilización social con fines propagandísticos.
En otra publicación de gran éxito, “La comunidad virtual: una sociedad sin fronteras." Rheingold se planteaba hace más de diez años la capacidad potencial del ciberespacio para fomentar las libertades políticas y la democracia directa. A partir del marco histórico dado por las políticas que los gobiernos de todas las épocas y latitudes llevaron adelante para apoderarse de los medios de comunicación que iban surgiendo, el autor nos advierte del peligro que representa un control total de la sociedad. Un nuevo tipo de red social se está extendiendo en los últimos tiempos dentro del espacio virtual al que podemos acceder desde una computadora e inclusive desde un teléfono móvil.
El autor describe desde su propia experiencia y participación el funcionamiento de una serie de grupos, asociaciones y familias cibernéticas. La comunidad virtual, dice Rheingold, es como un ecosistema de subculturas y grupos espontáneamente constituidos que se podrían comparar con cultivos de microorganismos que crecen en un laboratorio y donde cada uno es como un experimento social que nadie planificó y que sin embargo se produce. La comunicación inmediata, por ejemplo, con personas de otros países y culturas puede tener un potencial de constante rectificación de las construcciones mentales de la opinión pública y de las versiones oficiales de la información en todos los ámbitos. Se está avecinando una sociedad universal en un fluido intercambio de ideas y proyectos, de consejos y apoyos en dificultades emocionales o donde las personas más alejadas simplemente se divierten juntas.
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Comparto con Uds. el Capítulo 10, "La desinformocracia", del libro "La comunidad virtual: una sociedad sin fronteras." de Howard Rheingold. Ed. Gedisa, Barcelona, 1996. Páginas 347-376.
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